REDUCCIÓN DE 34 KG CON RESPECTO AL A110 S
Nos hemos puesto, de nuevo, al volante del A110 de Alpine, y en su versión más purista y radical, todo un homenaje a las altas prestaciones que recibe el nombre de Alpine A110 R.
Alpine siempre ha sido una marca vinculada a la competición. Por eso, cuando hace unos años se decidió relanzar esta firma francesa, cogiendo el mítico nombre A110 para su nuevo modelo estrella como punta de lanza, las expectativas eran altas.
Y así fue. Un coche que me dejó muy buen sabor de boca cuando lo probamos allá por 2018 y del que se han ido lanzando diferentes versiones desde que llegó al mercado. Pero aún faltaba una. Una que fuera un poco más radical, que tuviera tintes de coche de carreras...
Y aquí la tenemos, con todos vosotros el nuevo Alpine A 110 R. Esta versión se sitúa justo por encima del A110 S, que ya iba cargadita, pero es más cañera. Presenta una imagen, digamos, más… extravagante.
La fibra de carbono es protagonista en su exterior, en elementos como capó, techo, faldones, difusores, llantas de 18 pulgadas, cubierta del motor y en el nuevo alerón trasero. De hecho, estos componentes aligeran el conjunto en 34 kg, quedando el peso total en menos de 1.110 kg.
Dentro vemos un habitáculo sencillo pero con toques muy racing. Como los tiradores en las puertas, el volante y el salpicadero recubierto en alcántara o los asientos tipo bacquet firmados por Sabelt en carbono…
Y en la consola central, también hay carbono. Pero hay otra cosa que nos ha gustado y es esto: en lugar de un cinturón de seguridad convencional ¡tiene arneses de seis puntos! Y es que cuando te encuentras esto en un coche de calle pues… es bien. Aún hay esperanza en el sector del automóvil…
Aunque también hay que ser realistas. Porque toda esta atmósfera, por desgracia, está en peligro de extinción. Pero mientras podamos seguir disfrutado de esta maravillosa fórmula de motor central de gasolina y toda la caballería al eje trasero…
El Alpine A110 R lleva un motor central turboalimentado de cuatro cilindros y 1,8 litros, que es capaz de desarrollar hasta 300 CV. Trasmitidos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de siete velocidades, con la que podemos “jugar” gracias a las levas de aluminio fijas en la columna de dirección.
Al volante es un coche que, con manos, puedes explorar sus límites y no te vas a aburrir. Incluso llega a ser algo exigente cuando vas sin ningún tipo de control ni ayuda electrónica.
Pero para conductores menos experimentados, también se disfruta, porque es bastante noble y, pese a ser un todo atrás, es decir, con motor y propulsión traseros, el culo va bastante sujeto, por lo que te permite ir cogiéndole el aire, acostumbrándote a sus reacciones.
Todo esto gracias a la suspensión regulable, más rígida y rebajada en 10 mm frente al A110 S, que podría bajarse otros 10 solo en circuito; pasando por la frenada sobredimensionada Brembo que, literalmente, clava el coche, una dirección muy precisa o neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2.
Es un auténtico juguete para mayores. Este es de los coches que te deja claro que no necesitas muchos caballos pasártelo bien y disfrutar al volante. La receta es sencilla y conocida: poco peso y una potencia suficiente.
Para terminar, algo que a los más puristas no hará mucha ilusión. Alpine ha anunciado que quiere convertirse en una marca que venda solo vehículos de cero emisiones. De hecho, de aquí a 2028 lanzará cinco modelos eléctricos.
Por tanto, se nos acaba el tiempo para seguir disfrutando de coches como este A110 R, que será el último modelo de combustión de esta marca.
Vuelve a ver todas las pruebas y reportajes, y los programas completos de Centímetros Cúbicos Atresplayer.