Llega con más estilo y hasta 446 kilómetros de autonomía
Audi amplía su gama de cero emisiones con el e-tron Sportback, la variante con carrocería de estilo coupé del todocamino e-tron.
Hace poco más de un año, el Audi e-tron supuso un punto de inflexión para la marca de los cuatro aros. El fabricante alemán ya había lanzado algunos modelos electrificados, pero nunca antes había comercializado a gran escala una alternativa 100% eléctrica. Desde entonces, ha pasado el tiempo suficiente para decir que la acogida del e-tron ha sido buena, tanto que Audi ha decidido ampliar la gama con una variante que pone un punto extra de emoción al diseño exterior para atraer a un público más amplio. Se trata del Audi e-tron Sportback y ya lo hemos conducido por primera vez.
Basta con echar una mirada rápida al exterior para percatarse de los cambios: la caída del techo es más pronunciada que en el e-tron y, gracias a ello, esta versión tiene un diseño más deportivo y un aspecto más proporcionado, a pesar de que sus dimensiones son prácticamente idénticas. Mide 4,90 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,61 metros de alto, por lo que hablamos de la misma longitud y la misma anchura, si bien es 13 milímetros más bajo. ¿Son simplemente modificaciones estéticas? La respuesta es no porque el nuevo diseño permite reducir el coeficiente aerodinámico hasta el 0,25, mientras que el e-tron tiene un Cx de 0,28.
Por lo demás, el Sportback respeta los trazos maestros de su hermano y mantiene la característica parrilla Singleframe plateada que identifica a los modelos eléctricos de Audi, los pilotos traseros de led unidos por una franja luminosa o enormes llantas de hasta 21 pulgadas que dejan ver las pinzas de freno de color naranja que montan todas las versiones, salvo la básica. También incorpora faros de led con tecnología matricial, pero estrena, en exclusiva, la tecnología Audi Digital Matrix Light que proyecta información y formas en la carretera o en una pared. Con el tiempo, otros Audi podrán contar con estos faros, pero ahora solo están disponibles en el e-tron Sportback.
El espacio no es un inconveniente
Dentro, también es idéntico al e-tron: diseño, calidades equipamiento habitabilidad, con la excepción del maletero. La capacidad de carga es 615 litros y está distribuida en dos zonas, la delantera con 60 litros, que resulta ideal para guardar los cables de carga, y la trasera con 555 detrás, es decir, 45 litros menos que en el e-tron como consecuencia de la nueva forma que dibujan el techo y la luna. En cualquier caso, es suficiente para llevar el equipaje de los cinco adultos que pueden viajar cómodamente en él, incluso si miden 1,80 metros y se sientan en las plazas traseras, donde la ausencia de túnel central deja más espacio para las piernas del ocupante del asiento central. En caso de necesitar más espacio, los asientos traseros se abaten para ampliar el volumen de carga total hasta los 1.665 litros.
En lo que respecta al diseño, las calidades y el equipamiento, el e-tron Sportback saca un sobresaliente en los tres apartados. Está tan bien rematado como cualquier Audi, utiliza materiales de primera calidad en cualquier rincón, desde plásticos blandos hasta cuero con costuras en contraste, pasando por el Alcantara de los paneles de las puertas y las molduras de aluminio. El trabajo a nivel de aislamiento es soberbio, lo que unido al silencio de los motores eléctricos proporciona una ausencia de ruidos casi total, con lo que eso supone en términos de confort de marcha.
También destaca por equipamiento y lo cierto es que no falta de nada, ni siquiera en el acabado básico, aunque las posibilidades en este sentido son tan amplias como el bolsillo del cliente, puesto que la lista de elementos opcionales es enorme e incluye, entre otras cosas, los mismos retrovisores virtuales estrenados por el Audi e-tron. Sustituyen a los espejos tradicionales con dos videocámaras exteriores que proyectan todo lo que graban a través de dos pantallas situadas en las puertas. Desde el punto de vista tecnológico son una opción muy interesante, pero cuesta acostumbrarse a ellos porque las pantallas se encuentran en una posición muy baja y es necesario inclinar mucho la cabeza para mirarlas, sobre todo si hablamos de personas altas. ¿Su precio? 1.480 euros; cada uno debe valorar si es un extra imprescindible o no, pero recomendamos a todo el mundo probarlos antes de tomar una decisión.
Tampoco falta la instrumentación digital Virtual Cockpit con múltiples opciones de personalización y un funcionamiento muy fluido, la pantalla táctil central que permite gestionar el completísimo sistema de infoentretenimiento o la pantalla táctil central auxiliar desde la que se controla el climatizador y otras funciones del vehículo. La unidad probada en la toma de contacto tenía el nivel de acabado S line e incorporaba unos magníficos asientos delanteros deportivos y eléctricos que, además de resultar muy cómodos y tener múltiples ajustes, sujetan de maravilla el cuerpo.
Más rápido de lo que parece
Teniendo en cuenta que se trata de un SUV de generosas dimensiones, esto último puede parecer poco necesario, pero las apariencias engañan. El e-tron Sportback corre, tanto como el e-tron normal. En este sentido no podemos hablar de diferencias a nivel dinámico, solo de una ligera mejora en el consumo y la autonomía, ya que el coeficiente aerodinámico más bajo le permite recorrer hasta 446 kilómetros con una carga (9 km más que el e-tron) y homologar un consumo medio de entre 21,9 y 25,8 kWh/100 km (0,4 kWh menos que el e-tron). Son buenas cifras para un SUV que roza los 5 metros de largo y pesa 2.555 kilos, además, en condiciones reales es fácil acercarse al gasto homologado, puesto que en la primera prueba llegamos a firmar un consumo medio de 26,5 kWh, si bien no tuvimos oportunidad de comprobar cuántos kilómetros se pueden hacer realmente con una carga.
Eficiencia a un lado, el e-tron Sportback destaca por lo bien que se mueve. Es más ágil de lo que sus dimensiones le hacen aparentar, tanto que puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,6 segundos. En la versión 55 quattro, los dos motores eléctricos, uno por cada eje, desarrollan una potencia máxima combinada de 408 CV y 664 Nm de par; al ser eléctricos, la entrega de potencia es instantánea y eso hace que las recuperaciones sean fulgurantes, especialmente en el modo de conducción más deportivo, denominado Dynamic.
También acompaña la puesta a punto del chasis, no en vano, el reparto de pesos es del 50:50 y la batería de 95 kWh de capacidad hace que el centro de gravedad sea muy bajo porque va situada entre los dos ejes y en el piso del vehículo, muy cercana al suelo. Además, la suspensión neumática adaptativa trabaja constantemente para ofrecer el mejor equilibrio entre confort y deportividad, filtrando bien cualquier irregularidad y evitando cualquier balanceo de la carrocería. Todo ello da como resultado un coche ágil, fácil de conducir y, sobre todo, extraordinariamente cómodo.
Obviamente, este equilibrio entre confort, eficiencia eléctrica, tecnología y dinamismo no es barato, pero tampoco tiene un precio disparatado. Cuesta más o menos lo mismo que algunos de sus rivales, como el Jaguar I-Pace y el Tesla Model X, pero está disponible con más opciones de potencia y más terminaciones. Comparado con el e-tron normal, es 2.300 euros más caro a igualdad de equipamiento y motorización; esta diferencia no debería ser motivo para decantar la compra por una u otra versión, la decisión es más bien cuestión de gustos.
El Audi e-tron Sportback básico es el 50 quattro y ya está a la venta desde 75.340 euros, por encima está disponible el e-tron Sportback 55 quattro, con un precio de partida de 87.980 euros y la versión tope de gama es el Audi e-tron Sportback S, que arranca en 102.650 euros. El más asequible tiene 313 CV y una autonomía de 346 kilómetros, el 55 quattro desarrolla 408 CV y puede recorrer hasta 446 kilómetros con una carga, mientras que el más potente, de enfoque más deportivo y con una puesta a punto específica, tiene 503 CV y una autonomía de 368 kilómetros. Tanto el 50 quattro como el 55 quattro están disponibles con cuatro acabados: Básico, Advanced, S line y Black line edition, este último basado en el S line, pero con detalles decorativos en negro y equipamiento exclusivo, como las llantas de 21 pulgadas.