Muy gratamente sorprendidos. Así llegamos de Noruega, donde hemos tenido ocasión de realizar nuestra
primera prueba del Range Rover Velar. Sorprendidos porque indudablemente estamos ante una de las propuestas más sólidas e interesantes de entre los SUV de lujo. Satisfechos, porque sin duda pensamos que estamos ante la imagen del Range Rover del futuro. Y muy interesados en la respuesta que tendrá en el mercado, porque nos hemos encontrado con un producto con aptitudes para llevar a muchos fabricantes a reflexionar cómo han evolucionado, y cómo han de evolucionar, sus correspondientes SUV. Y es que el
Range Rover Velar reúne todo lo que debería tener en cuenta cualquier fabricante que se dedique al desarrollo y fabricación de vehículos todocamino de gama alta. Ver nuestro artículo a fondo sobre el .
Decíamos que
el Range Rover Velar es el Range Rover del futuro. A nivel estético asistimos a un juego magistral combinando detalles, tan tradicionales como una parrilla grande y robusta, y tan modernos como los tiradores de las puertas con un sistema de accionamiento que los esconde a ras de la carrocería. Nos encontramos con un diseño elegante, que acentúa aún más su acabado en dos tonos, sus faros, los cromados de la carrocería, el diseño de defensas tan atrevido, o las llantas de 22 pulgadas con que podremos equiparlo.
Pero
lo más interesante del Range Rover Velar lo encontramos a bordo. Nos acomodamos en el habitáculo y nos encontramos con un trabajo exquisito con los materiales, los ajustes y el diseño, en el que se ha sabido combinar muy bien, de nuevo, la estética más tradicional de Land Rover, con la modernidad impuesta por una instrumentación digital, o un sistema de entretenimiento de doble pantalla en el que nos encontramos una pantalla inferior que sustituye, satisfactoriamente, a la mayoría de los botones que encontraríamos en el salpicadero de un coche. Junto con su estética, quizás este sea el punto diferencial más importante del Range Rover Velar, y el aspecto en el que ha conseguido distanciarse más de sus rivales.
El Range Rover Velar ha conseguido ser algo más que un Evoque alargado. Sin ir más lejos, por sus dimensiones, se sitúa a solo 5 centímetros del Range Rover Sport. Y si bien es cierto el Velar no es tan espacioso, ni puede configurarse con siete plazas, sí es un producto mucho más interesante en aspectos como el tecnológico.
Desde
la ya mencionada pantalla inferior, podemos acceder a un amplio abanico de opciones que, de otra forma, hubieran sido controladas desde botones. Opciones como manejar el equipo de entretenimiento, ajustar las ayudas y los modos de conducción, o el climatizador. Land Rover se ha reservado, con acierto, la integración de unas interfaces giratorias que no son táctiles pero que facilitan, y mucho, controlar algunas de esas opciones, como cambiar el modo de conducción, y subir y bajar la temperatura del climatizador, sin necesidad de apartar la vista de la carretera. En esa mezcla de detalles clásicos y tecnológicos, nos encontramos con
el volante del Range Rover Velar. Un volante con un diseño sobrio y clásico, atractivo por un revestimiento de piel que según la línea que escojamos puede presentarse en dos tonos y con una cenefa de aluminio. Pero un volante también muy tecnológico gracias a unos botones multifunción que pese a su apariencia táctil, funcionan como un botón físico normal y corriente, pero cuentan con la gran ventaja de modificar su iconografía y su funcionalidad, dependiendo del menú de la consola central por el que estemos navegando.
El Range Rover Velar es un SUV confortable y ágil en carretera. Seamos muy conscientes de que estamos ante un producto enfocado eminentemente a la carretera, aunque como todo buen Land Rover siempre ha de cumplir fuera del asfalto. Para ello, el Range Rover Velar ha delegado sobre todo en las nuevas tecnologías. Este modelo cuenta de serie con tracción a las cuatro ruedas, opcionalmente con un diferencial trasero de reparto variable y opcionalmente - o de serie con los V6 - con suspensiones neumáticas, capaces de elevar la carrocería lo suficiente para sortear muchos obstáculos. No habrá reductora.
Muy recomendables
los motores de seis cilindros, que son precisamente los que hemos tenido ocasión de conducir en esta prueba. Con 300 CV de potencia, nos encontramos un diésel muy confortable, que ya asciende a 77.350€ con equipamiento R-Dynamic (tope de gama). Con 380 CV de potencia nos encontramos a nuestro favorito, un V6 sobrealimentado por compresor, de gasolina, que con ese mismo equipamiento arranca en 81.100€. Hablamos del motor del Jaguar F-TYPE. Decíamos que toda la gama cuenta con cambio automático ZF de 8 relaciones y tracción total de serie.
Con cuatro cilindros, nos encontramos también con motores muy interesantes, como un diésel de 180 CV de potencia con el que podemos acceder a un Range Rover Velar desde 60.250€. En definitiva, creemos que el Range Rover Velar es un producto excelente, como SUV de 5 plazas de gama alta. Sin duda estamos ante el futuro de Land Rover, y de su sección más premium, Range Rover.