Probamos la última renovación del Mazda 6
Nos ponemos a los mandos de la última actualización del Mazda 6 y te contamos nuestras impresiones
Ya han pasado más de cinco años desde que aterrizase en los concesionarios la última generación del Mazda 6. Y lejos de sufrir los achaques típicos de la edad, de quedarse atrás frente a una competencia que se ha renovado por completo en ese tiempo, el Mazda 6 sigue alzándose como una de las mejores alternativas del sedán de tamaño medio. Una opción que, sin duda, seguiríamos recomendando. La última actualización del Mazda 6 ya está disponible en los concesionarios, una renovación que no plantea un cambio radical frente a lo que ya conocíamos. Mazda ha trabajado durante todos estos años para mejorar, en todos los aspectos, un producto que es el mejor reflejo de la excelencia estética y tecnológica que han alcanzado en los últimos años. Un producto brillante en la gama Mazda, a pesar de que el grueso de las ventas de la marca - más de la mitad - se lo lleven sus crossover, el Mazda CX-5 y el Mazda CX-3.
El renovado Mazda 6, como decíamos, ya está disponible en los concesionarios. Y nosotros hemos aprovechado la ocasión para trasladarnos hasta Mallorca y probarlo, y constatar si de verdad ha mejorado tanto para hablaros de ello en esta prueba del Mazda 6 2018.
Insistimos en que el Mazda 6, aún habiendo recibido cambios estéticos, no solo ha mejorado en ese aspecto. Mazda ha mejorado la dotación de equipamiento de su coche, la su tecnología, la calidad percibida, y la dinámica, así como ha perfeccionado ligeramente algunos de sus motores, sobre todo para cumplir con las exigencias de las nuevas normativas de emisiones.
Esta actualización del Mazda 6 propone un punto y aparte en la evolución de Mazda. Las próximas novedades de importancia que veamos en Mazda serán las de una segunda generación de la filosofía y el planteamiento que ha seguido la marca en estos más de cinco años. Antes de que acabe este año conoceremos el nuevo Mazda 3, una nueva generación que no pretende romper con lo visto hasta ahora, sino dar un nuevo salto en calidad, diseño, y tecnología.
Es por eso que el Mazda 6 sigue gozando de la estética que ha mantenido durante estos años, aunque se han revisado su parrilla frontal, sus faros, las defensas, y se estrenan nuevos juegos de llantas. A bordo es probable que el Mazda 6 vaya demandando más cambios, en el diseño del salpicadero, y la integración de su sistema de entretenimiento, pero también presenta avances como una instrumentación digital con pantalla de 7", o una pantalla para el sistema de entretenimiento que será de 8 pulgadas en toda la gama y que, como no podía ser menos, contará con compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto.
Uno de los saltos de calidad más importantes los apreciamos con la llegada de una nueva línea Signature, tope de gama, que incluye asientos en piel napa, detalles e incrustaciones de madera de sen y acabados de ante que, sinceramente, ridiculizarían a coches con su mismo precio, o incluso bastante más caros, de algunas marcas premium.
Lo hemos probado tanto en diésel como en gasolina y, como os decíamos, los motores no asisten a novedades más importantes que las que exige la incorporación de tecnologías de reducción de emisiones para cumplir con las normativas que entrarán en vigor en los últimos años, cumpliendo con el ciclo WLTP, y con el reglamento que se espera introduzca la Euro 6d.
Los motores de gasolina del Mazda 6 nos gustan, y son únicos en su categoría. La elección de los SKYATIV-G, tanto en 145, como en 194 CV de potencia, es perfecta para el que busque la máxima suavidad y el confort en un motor que se estira muy bien hasta la zona roja del cuentarrevoluciones. Pero es importante saber que su conducción dista mucho de la que acostumbramos a hacer en motores diésel, o motores de gasolina modernos turboalimentados. La ausencia de turbo implica llevar a un régimen alto el motor para obtener el rendimiento que buscamos, y evitar cambiar de marcha a regímenes más bajos.
Los motores diésel del Mazda 6 brillan también por ser muy progresivos y empujar con energía, como los gasolina, hasta la zona roja del cuentarrevoluciones. Son motores bastante suaves, y aunque no sean los más silenciosos que hayamos probado, no incomodan, sobre todo por el buen trabajo que ha hecho Mazda para aislar el habitáculo del exterior.
El chasis del Mazda 6 también ha mejorado, para seguir manteniendo el compromiso entre confort y agilidad que siempre ha tenido este coche. No creemos que sea más confortable que algunos premium, con los cuales sí podría medirse de tú a tú en muchos aspectos, ni tampoco es más deportivo que otros rivales que hemos probado en los últimos años, como el Alfa Giulia. Pero el Mazda 6 sí es ese sedán en el que, aquellos que no sucumban a la fiebre de los SUV, encontrarán un coche ágil, divertido de conducir, y muy cómodo en cualquier entorno.
El Mazda 6 arranca en 24.978 euros, con ofertas incluidas, y descuentos que exigen financiación. El Mazda 6 más accesible es un SKYACTIV-G de 145 CV de potencia y motor de gasolina, con acabado Evolution, y un equipamiento de serie que ya incluye sensores de luz y lluvia, llantas de 17", reconocimiento de señales de tráfico, conexión automática de luz de largo alcance, y sensores de aparcamiento trasero y delantero.
La relación entre calidad y precio del Mazda 6 es excelente, pero aún lo es más si optamos por la versión de carrocería familiar, el Mazda 6 Wagon. En este tipo de coches, lo habitual es que exista un sobreprecio con respecto al sedán si configuramos un familiar. La gran ventaja del Mazda 6 es que, por la política comercial de la marca, el Mazda 6 Wagon costará exactamente igual que un Mazda 6 sedán con la misma configuración. Y por el mismo precio nos llevaremos un coche más espacioso, más práctico, y con un maletero más amplio y accesible gracias a un gran portón trasero.