Ponemos a prueba el nuevo Mazda3 en su versión con motor gasolina de 122 CV y cambio manual de 6 relaciones
El nuevo Mazda3 ya está a la venta y defiende una ambiciosa apuesta para competir con Mercedes Clase A y Audi A3
Mazda está decidida a convencernos de que su nuevo coche compacto, el Mazda3, es una muy seria alternativa a los conocidos compactos premium que dominan el mercado: Mercedes Clase A, Audi A3 y BMW Serie 1. Para conseguir tan ambicioso objetivo la firma japonesa ha echado el resto en el desarrollo de esta nueva generación, un nuevo Mazda3 que cae en nuestras manos para descubrir si realmente Mazda ha conseguido fabricar uno de los mejores compactos del momento.
No podemos negar que el paso de fabricante generalista a premium es sumamente difícil, sin embargo ya te adelantamos que Mazda está dando los pasos acertados en ese camino. La competencia entre los compactos premium es muy dura, aún así el nuevo Mazda3 ha sabido hacerse con un hueco apostando por una receta donde destaca la calidad de construcción y una personalidad muy marcada y difrenciada.
Hemos de tener en cuenta que en estos momentos tanto Audi A3 como BMW Serie 1 están al final de su vida comercial, algo que los coloca en una posición menos ventajosa frente al Mazda3 y que además permiten al Mercedes Clase A defender la posición de referente en su categoría. Así, este nuevo Mazda3 llega al mercado con la idea de batir al Clase A a través de una apuesta claramente diferenciada donde el infoentretenimiento no es un aspecto tan protagonista.
En materia de diseño, tanto exterior como interior, el nuevo Mazda3 ya demuestra sus pretensiones. Mazda ha apostado por la distinción y la estética del Mazda3. En un momento donde todos los nuevos lanzamientos abusan de las líneas marcadas, los volúmenes y la fuerte presencia de carácter, el Mazda3 presume de líneas muy fluidas, sin cortes o líneas de tensión, un diseño limpio fabricado con trazos sencillos que huyen de la moda vista en sus rivales.
De puertas hacia dentro la idea es muy similar aunque el diseño ofrece una disposición de los elementos más clásica buscando una configuración no tan rompedora como la de muchos de sus rivales. El nuevo Mazda3 apuesta por el infoentretenimiento de una forma más comedida, presente y facilmente usable, pero sin grandes despliegues en pantallas, iluminación o funciones. A destacar la compatibilidad con Apple CarPlay o Android Auto. El cuadro de instrumentos se rige por el mismo patrón, haciendo uso de relojes analógicos en los extremos y una pantalla LCD central que aunque puede cambiar la información que proyecta, nada tiene que ver con los tan de moda virtual cockpit. A grandes rasgos la sobriedad reina en el interior del Mazda3, quizás en exceso para lo que se estila en estos días.
La prioridad de Mazda para crear el habitáculo del Mazda3 ha sido confeccionar un interior de alta calidad, con buenos materiales y excelentes ajustes, algo que permita a este compacto desafiar sin miramientos a esos rivales premium. Toquemos donde toquemos encontramos un elevado nivel de calidad, con gran cuidado por los detalles y una sensación de confort y aislamiento alta. A ello también añadimos un especial esmero por crear un puesto de conducción sobresaliente, una idea que Mazda ha sabido cuidar con unos mandos muy bien colocados, con muchas posibilidades de reglaje y dando prioridad al disfrute por la conducción.
Si el diseño y la calidad son protagonistas, la dinámica no lo es menos en el Mazda3. El fabricante nipón no defrauda en la puesta a punto de su nuevo compacto y nos encontramos con un coche diseñado para los que disfrutan conduciendo. Un elevado nivel de información al volante, una notable implicación del conductor y un tacto de caja de cambios y volante muy bueno. El Mazda3 presume de comodidad, pero al mismo tiempo permite disfrutar de tramos revirados a buen ritmo.
Nuestra unidad equipaba el propulsor 2.0 Skyactiv-G con 122 CV, un motor gasolina atmosférico que está asociado a un cambio manual de 6 relaciones. Esta combinación es la más demandada a nivel de ventas y la verdad es que cumple a la perfección en todo tipo de escenarios, tan solo echamos en falta algo más de empuje cuando se viaja cargado o altas velocidades. Su consumo medio nos resultó bueno, aunque es cierto que esperábamos unos datos más aquilatados, registrando una media de 7,2 litros para una conducción mixta sin especial cuidadado por conseguir la máxima eficiencia. Su alternativa diésel con 117 CV nos resulta una opción interesante para los que buscan la mejor economía de combustible, aunque eso sí, tocará renunciar al buen trabajo del motor gasolina y su notable suavidad. La clave del Mazda3 será sin duda la llegada del motor gasolina Skyactiv-X de 181 CV, un propulsor que gracias a su revolucionaria tecnología se convertirá en una opción sumamente interesante por la relación consumos/prestaciones.
El nuevo Mazda3 está a la venta con un precio desde 23.415 euros para el acabado de acceso Origin. Aún así, la gama contempla un nivel de acabado intermedio denominado Evolution por 24.315 euros. Con estos precios y la dotación de equipamiento incluido en ellos nos encontramos un coche de gran calidad que efectívamente cumple como alternativa a los compactos premium que se comercializan en estos momentos, ofreciendo además un precio sensiblemente inferior a ellos, aunque brindando una receta muy diferente a estos donde se da mayor importancia a aspectos como la dinámica o la calidad en detrimento del infoentretenimiento o una gama más amplia de motores.