500 CV CORTESÍA DEL 911 GT3 PARA DISFRUTAR A CIELO ABIERTO
Hemos probado uno de los modelos de Porsche más espectaculares como es el 718 RS Spyder, un roadster superdeportivo que no deja indiferente, y que hará las delicias de los amantes de esta categoría que tantas satisfacciones proporciona a quien lo conduce.
El "aparato" que hemos conducido esta semana es un homenaje a uno de los coches que se atrevió con el reto de llevar a los valientes que conseguían cruzar la meta de la Targa Florio… El clásico Porsche 718. Y cuando vas a cielo abierto, es mejor protegerte bien del sol…
Después de tal festival de curvas, en las ediciones de 1959, 1960 y 1963, el Porsche 718, se hizo con la victoria de la carrera siciliana. Iba “ligero de equipaje” con sus 530 kilos de peso, su motor de cuatro cilindros, 1.500 centímetros cúbicos y 148 caballos.
En 2016 reapareció la numeración 718, que se añadiría a los Cayman y Boxster, para gozo de los más puristas. La mala noticia es que esta versión será la última. Es la despedida del motor de combustión y se va con una sinfonía, que se te mete por el cuerpo… Con la fuerza de una banda sonora de John Williams.
La orquesta tiene su punto álgido a las 9.000 vueltas, cuando los 500 caballos de su motor atmosférico de aluminio y seis cilindros bóxer de 4.0 litros procedente del Porsche 911 GT3, están en plena fiesta. A este guateque se une la transmisión PDK de siete velocidades y relaciones cortas, que permite a este roadster biplaza acelerar de 0 a 100 ¡en 3,4 segundos!
El cambio de doble embrague PDK hace las transiciones entre marchas súperrápido y garantiza el máximo rendimiento. Las levas permiten mantener las manos en este volante deportivo que da gusto agarrar.
¿Hay algo que no haga rápido el 718 Spyder RS? Sí. Su capota de lona es manual y no puedes quitarla automáticamente. Está dividida en dos secciones: una que protege del sol y otra que sirve como deflector.
El apellido Spyder es por la capota de lona, otro guiño a los clásicos. Su mote “arácnido”, también podría ser por su soltura en carreteras reviradas. Porque la suspensión tiene ajuste deportivo y una altura rebajada en 30 milímetros.
El Spyder RS también dispone del Porsche Torque Vectoring, con diferencial de deslizamiento limitado mecánico. Eso evita que se deslice por el asfalto como el que intenta patinar sobre hielo por primera vez.
Pero no hay que perder los nervios porque es un coche bastante noble para tener un historial “rebelde”, su dirección es precisa, y mete el eje delantero donde tú quieres; el conjunto chasis- suspensión trabajan a la perfección; el motor empuja y esta lleno en todo el régimen de vueltas… Pero lo que más me gusta es su sonido. Es espectacular como suena, sobre todo en la parte alta del cuentavueltas.
Todavía no sabemos cómo será definitivamente la versión eléctrica. Pero tenemos pistas: ya hemos visto en acción el nuevo GT4 100 por 100 eléctrico e-Performance de competición, que entrega 1.088 caballos. Y también el Concept Mission R, un juguete que se catapulta con la misma cifra de caballería que el GT4. Y que acelera de 0 a 100 en 2,5 segundos.