QUINTA VARIANTE DEL COMPACTO
Seat quiere que la actual gama del Seat León sea la mejor en setenta años y para ello la ha dotado con cinco propulsores diferentes.
La familia del Seat León ha dado la bienvenida a la quinta variante del compacto español. Seat ha sumado la versión GNC a las ya existentes (gasolina, diésel, mild hybrid, híbrido enchufable) con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de todos los conductores. El Seat León TGI llega para poner el foco en aquellos que necesitan un modelo para sus trayectos diarios que, además, sea parco en consumo.
Estéticamente, el Seat León TGI (disponible en los acabados Style, Xcellence y FR) no ha cambiado. Las diferencias las encontramos en su maletero, que se queda en 300 litros, o en el equipamiento de serie que incluye cuadro de instrumentos Seat Digital Cockpit con toda la información relativa al consumo de gas, el sistema Full Link inalámbrico con Apple Car Play y Android Auto o el cargador inalámbrico Connectivity Box, entre otros.
El motor del Seat León TGI
Está equipado con un motor 1.5 TGI de cuatro cilindros, cuya potencia es de 130 CV y tiene un par máximo de 200 Nm. El GNC se almacena en tres depósitos que tienen una capacidad neta total de 17,3 kilos y proporcionan 440 kilómetros de autonomía. Además de ellos, el Seat León dispone de un depósito secundario de nueve litros para la gasolina: si el GNC se acaba cambiará de forma automática a este combustible.
A la hora de subirnos al Seat León TGI estamos pendientes del consumo. Las cifras homologadas del modelo que tenemos entre manos (la variante de cinco puertas con cambio DSG) prometen un consumo combinado de entre 3,9 y 4,3 kg/100 km: nosotros hemos logrado 3,8 kg/100 km en un recorrido de unos cincuenta kilómetros por carreteras secundarias con algún núcleo urbano.
El Seat León TGI en acción
Lo cierto es que apenas hay diferencias entre el Seat León convencional y el de gas: su comportamiento es el de siempre y sólo pierde algo de ímpetu en el rango más alto de revoluciones. A bordo de la versión de GNC nos encontramos con ese compacto ágil y cómodo que nos ofrece una dirección agradable, estabilidad en su paso por curva y confort cuando se trata de afrontar un trayecto menos dinámico. Y todo ello con un consumo más reducido y más asequible que su equivalente de gasolina.
Y es que, como os decíamos, este es el punto fuerte de este modelo: según las cifras de Seat, recorrer 100 kilómetros cuesta, aproximadamente, tres euros. Un ahorro que, efectivamente, tiene un precio: Seat León TGI cuesta 26.250 euros, que se pueden llegar a quedar en 20.050 euros con las distintas campañas disponibles. Se trata de una diferencia de unos 1.000 euros que se compensa a la hora de pasar por la estación de servicio porque, eso sí, la versión GNC del Seat León es una opción a tener en cuenta siempre que tengamos la infraestructura necesaria (gasineras) y vayamos a usarlo como un medio de transporte diario en ciudades con limitaciones de tráfico.