Analizamos el nuevo motor de gasolina de 111 CV que da acceso a la gama Vitara
Ya no podrás comprar un Suzuki Vitara con motor diésel y por ello ahora su motor más eficiente es un nuevo 1.0 Boosterjet de 111 CV que hoy ponemos a prueba
Suzuki ha decidido prescindir de los motores diésel en su gama dada la fuerte caída que han sufrido este tipo de mecánicas a la hora de comprar un vehículo. Para seguir dando respuesta a los clientes que buscan un motor de consumo ajustado, además del revisado 1.4 Turbo de 140 CV, la gama Suzuki Vitara brinda ahora la posibilidad de equipar un nuevo motor 1.0 Turbo con 111 CV como acceso de gama.
El Suzuki Vitara ya no puede adquirirse con motores diésel, habiendo sido revisado en su conjunto hace tan solo unos meses para introducir mejoras en equipamiento, en materiales y en motores de cara a la nueva normativa en materia de emisiones. La gran novedad de este rediseño para el Vitara fue sin duda la entrada en escena del motor que hoy ponemos a prueba, una mecánica de nueva generación que cuenta con solo 3 cilindros, pero que presume de 111 CV de potencia máxima a 5.500 rpm y un par máximo de 160 Nm entre 1.800 y 4.000 rpm. Si optamos por el cambio manual el par máximo es de 170 Nm entre 2.000 y 3.500 Nm.
La gama disponible a partir de este motor permite configuraciones tanto con una transmisión manual de 5 relaciones, como una automática por convertidor de par del mismo número de marchas. Además ambas cajas de cambio permiten ser combinadas tanto con tracción 4x2 como 4x4. Recordemos que el Vitara 4x4 ofrece un sistema de tracción total inteligente que permite la selección de diferentes modos de conducción e incluso el bloqueo del diferencial central para repartir el par entre trenes al 50/50.
Nuestra prueba de conducción fue a los mandos de un Vitara 4x4 con motor 1.0 Boosterjet, con tracción total y cambio manual de 5 relaciones. Se trata de una configuración interesante ya que aunque el cambio automático brinda un mayor confort, el funcionamiento de la transmisión manual es más satisfactorio. Dado que íbamos a afrontar diferentes terrenos, no existía posibilidad de conducir versiones 4x2, versiones que son las más interesantes de la gama para todos aquellos que no vayan a conducir de forma asidua por terrenos complejos o que busquen la configuración más asequible.
En movimiento cabe destacar que el motor gasolina de solo 1 litro de cilindrada sorprende por la capacidad que ofrece para mover con gran facilidad al Vitara, incluso en terrenos como arena o tierra bastante blanda, no le vendría mal algo más de par a bajas vueltas pero en condiciones normales de uso no será un hándicap. La respuesta es rápida y contundente al acelerador. El único punto que no nos terminó de convencer es la sonoridad de este motor, una rumorosidad algo elevada que por ejemplo no ofrece el 1.4 Turbo. No es ni mucho un aspecto que condicione su elección, pues lo cierto es que en el resto de apartados es un motor que brilla bastante, tanto como para permitirse rivalizar con su hermano mayor que obviamente obliga a un desembolso más abultado. Ante la falta de un propulsor diésel es este propulsor 1.0 Boosterjet nuestra mejor opción al prometer un consumo medio de 7,3 l/100 Km y unas emisiones de 176 gramos de CO2 bajo ciclo WLTP. Lamentablemente, dado el carácter de las pruebas con abundante conducción fuera de asfalto no podemos ofrecer datos de consumo real.
Y hablando de conducción fuera de asfalto, es hora de remangarse y salir a descubrir de lo que es capaz este SUV cuando se combina con la tracción total. Lo primero que debemos subrayar es que la filosofía del Vitara está muy alejada, para bien y para mal, de la del Suzuki Jimny que es un verdadero todoterreno y como tal brilla sobre cualquier terreno farragoso. Con esto queremos decir que estamos ante un SUV pensado para un uso mayoritario en ciudad, pero que además brinda ciertas cualidades para salir airoso de situaciones complicadas como caminos rotos, terrenos deslizantes, etc.
Con diferentes modos de configuración para el sistema 4x4, desde el modo automático al bloqueo completo del diferencial central, el Vitara defiende un papel sumamente difícil como es el de ser un SUV que prioriza el mayor confort sobre terrenos complicados, buscando brindar además una gran capacidad de agarre sin que ello exija habilidades por parte del conductor. Este planteamiento es en esencia todo lo contrario a lo que ofrece el Jimny, de ahí nuestra aclaración anterior.
Con una altura libre al suelo de 185 mm, los caminos bacheados son sorteados con gran facilidad. Sus suspensiones filtran bastante bien todo tipo de obstáculos, el aislamiento es bueno y el avance es constante pese al cambio constante de terrenos: grava, arena, barro, piedras, hierba mojada… la tracción 4x4 actúa rápido y sin titubeos en cuanto una de las ruedas delanteras patina, momento en el que empuja el eje trasero. Incluso contamos con un modo Sport para el sistema 4x4 que permite hacer más protagonista a la trasera, algo muy divertido cuando el agarre disminuye y queremos jugar con acelerador y volante. En definitiva el sistema cumple con creces su misión, complementando al eje delantero en esos momentos críticos que marcan la diferencia entre quedarse enclavados o salir airosos. Aún así, este sistema 4x4 y el planteamiento de este Vitara está pensado para ofrecer más seguridad en firmes resvaladizos que verdaderas habilidades todoterreno, que también las tiene, pero que dejan patente que el escenario predilecto del Vitara es la gran ciudad aunque guardándose el comodín de las escapadas a la nieve o el barro.
El Suzuki Vitara 1.0 Boosterjet está a la venta desde 17.240 euros en configuración 4x2 (21.240 euros en 4x4), un precio bastante interesante para un SUV compacto que ofrece en el mercado una buena relación calidad/precio. No cabe la menor duda de que su competencia es amplia y con argumentos de todos los tipos, sin embargo la llegada de este nuevo tricilíndrico como alternativa al gasóleo es una buena excusa para darle una oportunidad a este SUV y su lograda sistema de tracción 4x4.