Edition M Sport 5 P
El Serie 1 se despide con un último restyling y el orgullo de decir que es el único compacto del mercado en disponer tracción trasera, algo que siempre le ha caracterizado.
Nunca es fácil despedirse, pero a veces hay que decir adiós. BMW lo está haciendo con el Serie 1, y esta prueba del BMW 118i nos sirve para admitir la marcha de un compacto muy diferente al resto. Es, por tanto la última oportunidad de hacerse con un compacto de propulsión. El próximo otoño llegará a los concesionarios la tercera generación del Serie 1, pero ya con tracción delantera, como el resto.
Hace casi tres lustros años salía al mercado el BMW Serie 1 para luchar en el duro segmento de los compactos, un terreno dominado por Audi con su A3. En unos meses el modelo que conocíamos como tal dirá adiós al segmento C, un cambio radical que analizamos en esta prueba del BMW 118, un coche que siempre ha sido diferente.
Y lo ha sido porque a diferencia de sus rivales más directos, siempre se ha mostrado como el más deportivo. La herencia de BMW se hace patente en todos los tamaños y versiones, al menos en el año 2004. El Serie 1 tiene el orgullo de decir que es el único compacto del mercado en disponer tracción trasera.
A nivel diseño y calidad, el BMW Serie 1 que hemos probado corresponde a la última actualización del modelo en su versión de 3 puertas, encontrando elementos de equipamiento extra como la iluminación Full-Led con control automático, el volante deportivo M, llantas y aditamentos M, asientos con regulación eléctrica y calefacción o el climatizador bizona.
La sobriedad es sin lugar a dudas la tónica dominante, especialmente en el interior donde BMW sigue apostando por un cuadro de instrumentos sencillo y un diseño del salpicadero que evoluciona con cada nueva generación pero que se muestra ya algo falto de frescura.
A pesar de todo, donde el BMW Serie 1 sí destaca es en calidad, tanto en acabados como en materiales, ya que pese a estar ante uno de los Serie 1 más asequibles de la gama, todo en el habitáculo ofrece una imagen y tacto de buena terminación y resistencia al uso y al tiempo.
El BMW Serie 1 2018 se muestra con un aire renovado gracias a los ligeros, pero necesarios, ajustes estéticos. Además de algunos cambios de imagen, estrena equipamiento, ediciones especiales, acabados y mucha tecnología.
Además de nuevos colores para la carrocería (Seaside Blue y Sunset Orange) y diseños de llantas, BMW introduce tres ediciones especiales: Edition Sport Line Shadow, Edition M Sport Shadow (unidad de prueba) y M140i Edition Shadow.
En el caso del modelo que nos ocupa, el M Sport Shadow Edition, se diferencia del BMW Serie 1 básico gracias a varios detalles como la parrilla frontal en color negro o unos faros LED con inserciones también negras, y se oscurecen levemente las ópticas traseras. Coronan el conjunto, unas llantas de aleación de 18 pulgadas y unas salidas de escape en negro.
Dentro es donde más evidentes son los cambios de este lavado de cara. Nueva pantalla para el cuadro de instrumentos, salidas de aire rediseñadas, cromados y consola central renovados, además de nuevos tapizados y acabados. También se podrá equipar la última generación del sistema iDrive.
Los modelos equipados con el navegador reciben una pantalla central de 8,8 pulgadas con función táctil. Además, el sistema BMW ConnectedDrive Services permite consultar la situación del tráfico en tiempo real o acceder a la nueva función Microsft Exchange. Por otra parte, la compatibilidad con Apple CarPlay está presente y opcionalmente podemos equipar el punto de acceso Wi-Fi.
Espacio interior
Desde su nacimiento, la tracción trasera ha penalizado el espacio para los ocupantes,especialmente los de detrás, que sufren hasta para entrar ya que el paso de la rueda ocupa parte del marco de entrada. Además una vez sentado detrás descubres que las plazas son un poco angostas. La quinta plaza es una anécdota. El peaje a pagar por un diseño muy deportivo.
El maletero también sufre las consecuencias de una configuración tan deportiva y presenta un mínimo de 360 litros. No es mucho, pero sí que resulta suficiente para un uso diario y ocasional siempre y cuando no viajemos hasta los topes de pasajeros y maletas.
El cambio a la plataforma UKL hará que la próxima generación del Serie 1 esté mucho mejor aprovechada. Sí se perderá un toque de deportividad exclusivo, pero no todos los clientes notarán la diferencia de la propulsión frente a la tracción trasera.
Comportamiento
Ni ruido ni vibraciones, solo algún que otro bache que la suspensión no puede filtrar. Debo mencionar que la unidad de pruebas montaba las mencionadas llantas de 18 pulgadas que comprometen siempre el confort. Una o dos pulgadas menos suavizarían la marcha, pero no se puede poner peros a un modelo muy cómodo e ideal para viajes de larga distancia.
Un BMW y no solo debe ser eficaz en vías rápidas, sino que está obligado a 'saber' enlazar curvas en carreteras secundarias. Chasis, motor, dirección y suspensión trabajan demostrar que un Serie 1 también puede aguantar un ritmo elevado en terrenos nada fáciles. Por supuesto aquí es donde más luce el 118i y sus 136 CV.
Y todo ello con la eficiencia de un tres cilindros, que apenas genera rumorosidad y las vibraciones propias de este tipo de mecánicas y ofrece consumo homologado de 5 litros. En conducción real es complicado sacar tan buena nota, pero no se sobrepasan los 6 litros/100km, salvo que nos pese mucho el pie derecho.
Quedan pocos meses la tercera generación del compacto bávaro llegue a los concesionarios, pero el modelo actual sigue siendo una excelente opción de compra, con las lógicas promociones en ediciones finales de cualquier modelo. De hecho, es una de las alternativas más interesantes de la categoría, sobre todo por las ofertas en stock, especialmente desuversión 5 puertas.