2,0 litros con tecnología TwinPower Turbo de 192 CV
El renovado Mini Cooper S en versión de tres puertas es una alternativa muy recomendable para quienes no se atrevan por prestaciones o precio a optar por el John Cooper Works.
Para disfrutar al volante y experimentar sensaciones deportivas, el renovado Mini Cooper S en versión de tres puertas se convierte en una de sus versiones más apetecibles, y una alternativa más que recomendable para aquellos que no quieran optar por el John Cooper Works (231CV).
Una de las cualidades dinámicas que hereda este lavado de cara al Mini es lo que ha ganado en estabilidad a altas velocidades, todo ello sin perder su característica y casi innata agilidad que siempre ha distinguido a este coche. Gana valor añadido con su sistema de amortiguación con tarado variable.
El Mini Cooper S que hemos tenido la fortuna de probar está concebido para disfrutar conduciendo, no para viajar plácidamente y cómodamente kilómetros y kilómetros debido a un esquema de suspensiones por las que tu cuerpo nota cualquier pequeña irregularidad del asfalto.
Mientras que muchos coches de marcado componente deportivo en sus últimas versiones están recurriendo a motores de menor cilindrada y siempre acompañados de sobrealimentación por turbo, el Mini Cooper S sustituyó años atrás el motor 1.6 turbo (THP eran sus siglas) desarrollado de forma conjunta por BMW y PSA, por uno más grande, de mayor cilindrada, un 2,0 litros con tecnología TwinPower Turbo de Múnich.
Con el motor 2.0 turboalimentado de gasolina, que ofrece unos contundentes 192 CV de potencia y 280 Nm de par, la capacidad de aceleración es notable y permite que el modelo se mueva con mucha soltura entre el tráfico.
El rendimiento del motor del Mini Cooper S es satisfactorio en un amplio rango de revoluciones. Estas sensaciones menos 'rabiosas' se compensan, al menos, por un agradable sonido cuando entra en funcionamiento el turbo y con las rápidas reducciones al levantar el pie del acelerador, gracias al sistema resonador 'virtual' del escape.
Con su 'Go feeling kart', una dirección muy directa y un motor de sobrado de fuerza para este pequeño gigante, a poco que te lo propongas a bordo del Mini Cooper S sólo tendrás satisfacciones al volante. La facilidad con la que enlaza una curva tras otra es pasmosa.
El sistema dinámico de conducción MINI Driving Modes (recomendable elemento opcional) ofrece tres modos de funcionamiento claramente diferenciados entre sí –Sport, Mid y Green-. Entre los más extremos –Sport y Green-, sí que notarás una gran diferencia en la respuesta del motor, del acelerador, de la dirección y la mayor o menor firmeza de las suspensiones.
Si quieres sacar el rendimiento del Mini Cooper S, sin lugar a dudas, selecciona el modo Sport; por el contrario, si quieres un equilibrio, tu opción es la Mild; por último, si quieres ahorrar consumo y ser políticamente correcto con el medio ambiente, elige el Green.
En el modo Sport, coche iguala automáticamente la velocidad de giro del motor con la de la transmisión al reducir de marcha. Es decir, el motor se acelera por sí solo cuando estamos a punto de soltar el embrague al pasar, por ejemplo, de tercera a segunda.
Así desaparecen los tirones y no es necesario realizar el llamado ‘punta-tacón’ al practicar una conducción deportiva, lo que al final disminuye la carga de trabajo del conductor al límite. La elección de un modo u otro también influyen en el sonido del escape que llega al conductor y a los pasajeros, no es el John Cooper Works, pero es muy 'racing'.
Lo que no ha cambiado es el buen comportamiento del chasis. Sus medidas compactas, su peso de menos de una tonelada y media y su grado de rigidez torsional le hacen el perfecto candidato para enlazar curvas. Si a esto se le une una suspensión con un tarado duro, el coche parece ir pegado al asfalto en todo momento.
Aunque esa dureza de la suspensión es de agradecer en conducción dinámica, en el día a día se hace un poco molesta por los rebotes que provoca al interior, especialmente si se opta por el modo Sport.
Vida dentro y personalización
El interior del Mini Cooper S 2018 no presenta grandes diferencias respecto al modelo de 2014. Los materiales empleados siguen desprendiendo gran calidad, con la utilización masiva de plástico de tacto blando y agradable en la zona superior del salpicadero, mientras que en otras zonas baja ligeramente el nivel de materiales.
Como novedad en esta última actualización, podrás encontrar un nuevo volante multifunción con botones integrados (de forma opcional, se pueden equipar dos volantes deportivos de cuero en diseños Mini Cours y John Cooper Works).
Otra novedad, ahora de serie, la encontramos en el sistema de sonido con pantalla a color de 6,5 pulgadas y la posibilidad de integrar los smartphones vía Bluetooth (opcionalmente, la radio MINI Visual Boost y un nuevo sistema de navegación con pantalla táctil).
Otros elementos que seguro gustarán a los amantes de la tecnología es la posibilidad de equiparlo con un sistema de carga inalámbrica para teléfonos móviles compatibles o las funciones adicionales de MINI Connected, mediante el cual puedes, por ejemplo, comprobar desde tu teléfono la ubicación del coche o la cantidad de combustible que tiene en el depósito, entre otras muchas.
En la unidad probada destacan los redondeados faros con iluminación completa de LED, las luces de antiniebla -también de LED-, así como las grandes rejillas que, en algunos casos, no siempre tienen una función real más allá de la estética. La supuesta toma de aire sobre el capó es eso, supuesta. Pero no se aprecia que va sellada.
El paquete MINI Excitement incluye un sistema de iluminación que proyecta el logotipo de MINI, que queda visible en el suelo durante 20 segundos o de forma permanente si dejas la puerta abierta.
Pero aquí no terminan los cambios, ya que MINI ha querido aumentar todavía más las posibilidades de personalización de la gama con la adición de elementos como el MINI Yours Interior Style Piano Black.
Este paquete incluye, entre otras cosas, una moldura decorativa retro-iluminada en el salpicadero, que además varía su tonalidad en función del ambiente luminoso escogido por el conductor.
A esto hay que añadir los productos de MINI Yours Customised, una serie de accesorios que son diseñados por el propio usuario a través de una web específica creada para la ocasión. Estos elementos son las molduras de las luces de intermitencia laterales, las del salpicadero del lado del acompañante, las de protección de los umbrales de las puertas o, incluso, los proyectores de led en la puerta.
El espacio disponible y las soluciones prácticas no son los puntos fuertes del Mini Cooper S. Para acceder a las plazas traseras, los ocupantes tendrán que 'doblarse' un poco, ya que el hueco disponible que deja libre el respaldo del asiento delantero tras abatirlo no es muy grande.