Destaca por sus excelentes prestaciones fuera del asfalto y por el consumo moderado de su motor diésel de 200 CV
El Ford Ranger Wildtrack X aguanta el trato más duro en todo tipo de terrenos y destaca sobre sus rivales por montar un equipamiento impropio para este segmento.
El nombre Ford Ranger nos trae a la cabeza campo, todoterreno y fuerza bruta. Su estampa es brutal: 5,36 metros de longitud y una altura que nos supera. Estamos ante la versión Wildtrack, la más equipada y cuidada de la gama. Solo se puede elegir con la versión de doble cabina y con el motor 3.2 diésel de 200 CV bajo su enorme capó.
Todo en este Ranger parece estar sobredimensionado, como sus grandes ruedas de 18" de serie, que dan soporte a unos neumáticos 265/60. También lo es su enorme caja, con la superficie de carga recubierta de plástico y el borde a 85 cm del suelo (permite transportar un peso de más de 1.000 kg).
Su exterior cuenta con un frontal atractivo y de aspecto robusto. La versión Wildtrak X, que es la que hemos podido probar, incluye la llamativa pintura Performance Blue para la carrocería, en la cual los detalles en negro brillante agregan un toque oscuro a la apariencia del Wildtrak X. Podemos ver esta tonalidad en las barras de techo, las estriberas laterales, la parrilla frontal, las llantas de aleación de 18 pulgadas calzadas con neumáticos neumáticos Continental Cross Contact XL o los vinilos de las puertas delanteras.
En el interior tiene un espíritu deportivo que se añade al moderno diseño. Un haz horizontal que va desde la puerta del conductor hasta la del copiloto enfatiza la amplitud del habitáculo y aloja un panel de instrumentos con una pantalla táctil de ocho pulgadas. Un panel de instrumentos de suave tacto añade un toque premium al habitáculo, mientras que los anillos que rodean a las salidas de ventilación cuentan con un característico acabado cromado.
Los asientos de las plazas delanteras ofrecen una construcción muy sólida y un diseño bastante correcto para conseguir un buen equilibrio entre confort y sujeción. En las plazas traseras, todas las cotas son generosas para que dos adultos viajen con comodidad y holgura.
Sí, has leído bien. Este pick-up puede montar elementos que en principio no esperas. Pero esa es la manera de diferenciarse de sus rivales y convencer a todos los que quieran y necesiten una pick-up robusta y, a la vez, de calidad. Fíjate, por ejemplo, en el sistema de navegación (es de serie) del Ranger Wildtrack con una gran pantalla táctil de ocho pulgadas y todas las funciones de esta interfaz, con la que puedes dar órdenes mediante la voz para los distintos dispositivos.
Paso a la fila trasera y me encuentro mucha altura para la cabeza y también unos buenos centímetros para las dos plazas exteriores (la central es bastante más estrecha). No hay salidas de aire específicas, pero los acabados nuevamente brillan a un buen nivel.
Por lo que respecta a la ubicación y al diseño de todos los mandos del interior, lo que se impone por encima de todo es la funcionalidad y la sencillez. El cuadro de instrumentos combina indicadores analógicos con digitales. Su diseño también es muy sencillo y transmite una información bastante clara en líneas generales.
De cara al uso todoterreno, el Ranger es uno de los mejores pick ups, no solo por la posibilidad de bloquear el diferencial trasero, sino por su extraordinaria capacidad de vadeo de 80 centímetros, unos ángulos de carrocería más que razonables para un pick up de su tamaño y un bastidor extremadamente resistente a la flexión longitudinal. Dicho lo cual, seguimos echando de menos -y nuestra espalda- un sistema de muelles para la suspensión trasera. VER VIDEO-PRUEBA EN CAMPO.
Una robusta caja de transferencia, controlada electrónicamente, nos permite cambiar sobre la marcha de 4×2 a 4×4 mediante un botón en la consola central -esta maniobra se puede realizar siempre y cuando no se superen los 5 km/h-. De este modo, gracias a su par de torsión a baja velocidad o frenado adicional en descenso, podemos activar la marcha 4×4, mientras que un diferencial trasero de cierre electrónico mejora la tracción en condiciones difíciles. Estas prestaciones se complementan con una capacidad de remolque de hasta 3.500 kg y una capacidad de carga excepcional.
La experiencia de conducción se refuerza con un sistema de servodirección eléctrica asistida (EPAS), que proporciona una conducción precisa con una sensación natural y segura. Con EPAS, la conducción es ligera y manejable para maniobras a baja velocidad, como aparcar, y es precisa a velocidades altas, con ayudas que varían según sea necesario en base a velocidad, ángulo del volante, fuerzas de giro y aceleración o deceleración. Al eliminar la bomba de dirección asistida que se usa en un sistema tradicional de dirección asistida, el EPAS da como resultado un vehículo más silencioso y mejora la eficiencia de combustible en un 3 por ciento.
Los ingenieros también han equipado el Ranger con materiales avanzados de amortiguación de sonido y han mejorado el aislamiento para uno de los interiores de cabina más silenciosos y cómodos en su clase. Gracias a estas evoluciones, se disfruta de un vehículo confortable, refinado y perfectamente válido cuando recorremos muchos kilómetros por carretera.
Nuestra unidad de pruebas disponía del motor diésel TDCi 3.2 litros 200 CV de cinco cilindros, que se puede asociar a una transmisión de seis marchas en versión manual y automática, y se puede elegir entre tracción a las dos ruedas y a las cuatro ruedas -los modelos Wildtrak, como es el caso del modelo que hemos podido probar, incorporan tracción a las cuatro ruedas de serie-. Con la caja automática y la tracción integral, que es la versión que pudimos conducir, es un vehículo muy satisfactorio por prestaciones y sensación de par.
El consumo de carburante nos ha parecido razonable si tenemos en cuenta la masa del vehículo (2.225 kg) y el motor que equipa. No baja de 8 litros a los 100 casi nunca, pero no suele superar los 10,5 salvo que abusemos del acelerador en situaciones adversas o pendientes, por ejemplo.
En cualquier caso, Ford ha hecho un gran esfuerzo para reducir los consumos del Ranger. Así, el 2.2 se conforma con un brillante consumo medio homologado de 6,7 litros a los 100 km, mientras que el 3.2 sube hasta 8,3 litros. Nos estamos refiriendo, en ambos casos, a variantes 4x4 con cambio de marchas automático de seis velocidades. Parte de esta reducción del consumo es achacable al sistema para la parada y el arranque automáticos del motor, así como a una nueva dirección asistida eléctrica.
Si hablamos de equipamiento, la versión Wildtrack tiene un estilo más atractivo, gracias a un acabado exclusivo en negro oscuro en su nueva rejilla frontal. Ese mismo color se traslada a los espejos retrovisores, las manillas de las puertas, los conductos de ventilación laterales, las barandillas de la zona de carga y los faros traseros, contribuyendo a una apariencia atrevida y deportiva.
Cuenta con un equipamiento de lo más completo en el que no faltan la tapicería de piel completa con costuras grises River Rock a contraste, el sistema de infoentretenimiento SYNC 3 con pantalla táctil de 8.0 pulgadas, navegación por satélite, control de crucero con limitador de velocidad activo, cámara de marcha atrás o protecciones de bajos, entre otros. Entre las opciones para la bañera están una cubierta suave de lona, una cubierta de aluminio y una cubierta rígida con ventanillas laterales y traseras.
Con todo ello, Ford ha conseguido mejorar un producto que ya era muy bueno, y que además se ofrecerá en una amplia gama que puede abarcar un amplio grupo de clientes. Las versiones de cabina simple y cabina ampliada, de orientación puramente comercial, se servirán exclusivamente con el acabado básico XL, que cuenta ya con aire acondicionado y control de estabilidad y que, al igual que toda la gama, pueden disponer del pack off-road. La carrocería de doble cabina se vende con todos los acabados. Los precios arrancan en los 27.100 euros del modelo más básico y se cierran con los 38.100 euros del doble cabina con acabado Wildtrack, tracción total y cambio automático.
Conclusión
El Ford Ranger es un pick-up muy recomendable para todos aquellos usuarios que busquen un todoterreno extremo que no encuentre límites cuando nos adentramos por situaciones complicadas fuera del asfalto. El motor diésel de 200 CV es un gran aliado para disfrutar de una motorización con mucha fuerza, ideal para practicar una conducción offroad y, al mismo tiempo, para disfrutar de unos consumos francamente ajustados. Como herramienta de trabajo es un vehículo perfecto, pues cuenta con una generosa capacidad de carga y con una robustez que no está al alcance de ninguno de sus oponentes.
El Ford Ranger es un pick-up de los duros, pero en esta versión Wildtrack X sale de fábrica mucho más civilizado que sus hermanos de gama y con un motor que es pura fuerza desde muy bajas vueltas. Todo depende de si vas a hacer un uso exclusivo en campo y zonas urbanas o vas a tener que moverte y hacer más kilómetros por carretera. Si la tuya es la segunda opción, bendecirás sus asistentes y la calidad extra que ofrece.