mercedes C Coupé 220d: calidad de berlina premium, deportividad coupé y consumo diésel
El Mercedes Clase C Coupé, en concreto la versión 220d, goza del confort de una de una berlina premium, la deportividad de un coupé gracias a una impactante línea -especialmente trasera-, además de la frugalidad de un magnífico propulsor diésel de 194 CV y menos de 5 litros cada 100 km. oficiales.
El Mercedes Clase C Coupé ha enamorado desde su llegada al mercado con sus estilizadas líneas y su guiño práctico para 4 pasajeros con un buen maletero. En esta ocasión, nos hemos puesto al volante del 220d, que con la combinación berlina, coupé y diésel, aúna lo mejor de tres mundos. Comenzando por la calidad interior, la sensación del Clase C Coupé es francamente buena. Lógicamente, el salpicadero es calcado al de la berlina, al igual que los acabados y materiales empleados.
Mercedes se refiere a ésta como la mayor actualización del Clase C en su historia, con 6.500 piezas nuevas, lo que representa el 50% del total. En los motores anuncian un 70% de piezas nuevas y, en cuanto a componentes electrónicos, el porcentaje de renovación se eleva al 80%. Desde luego, estos cambios no se plasman en una revolución exterior. Mercedes ha actualizado su Clase C en la mitad de su ciclo de vida, con pocos cambios exteriores pero muchos más en su gama de motores y su dotación tecnológica.
Los faros son nuevos, y ahora son de leds como equipamiento de serie. Precisamente ellos generan el cambio estético más importante respecto al Clase C de 2016. Además, en opción se ofrecen los llamados Multibeam Led con largas Ultrarange, que se activan cuando se circula a más de 40 kilómetros/hora y no hay tráfico.Los Multibeam tienen conexión y desconexión selectivas para cada diodo, además de funciones para cruces, rotondas y lluvia.
En el interior, los cambios son más importantes y afectan a más ámbitos de la nueva Clase C. Por lo pronto, se emplean nuevos materiales, como la madera de nogal marrón o de roble antracita. El botón de arranque, de serie, tiene otro acabado ahora, con una especie de efecto turbina, mientras que el volante se hereda del Clase S y con él recibe los pulsadores Touch Control, dos pequeñas superficies táctiles para manejar la instrumentación y el sistema multimedia.
También opcional está disponible en toda la gama el Head up Display, que ahora se ajusta mejor que antes y cambia luminosidad en función de la que hay en el exterior. Para interactuar mejor con el coche, también incluye mando fónico Linguatronic, así como el panel táctil central, que ahora tiene ahora respuesta háptica (ligeros pulsos en la superficie de la pantalla) como en el Clase A.
Lo que no recibe el Clase C 2018 es el sistema multimedia que estrenó el Clase A, el llamado Mercedes-Benz User Experience. Curiosamente, el benjamín se queda a la vanguardia de la marca. Mercedes lo justifica con el perfil de comprador de su compacto, sin duda el más exigente en el ámbito multimedia. Aun así, el Clase C ha subido un escalón en su dotación multimedia hasta el nivel de Clase E y Clase S.
De este modo, la instrumentación básica incluye dos tubos con pantalla de 5,5 pulgadas a color, con estilo Classic de información, combinación de colores… En opción, se ofrece el 'cockpit digital' (unidad de prueba), con una pantalla enorme de 12,3 pulgadas en alta resolución; esta instrumentación digital la conocemos también del Clase S, por ejemplo, y añade a la visualización Classic los estilos Sport y Progressive. E
En cuanto a la pantalla central para la visualización de medios, equipa de serie una de 7 pulgadas en resolución, mientras que en opción se ofrece la de 10,25 pulgadas en resolución, que equipaba nuestra unidad. No es táctil como en el Clase A, aunque cabe reconocer que no lo echamos de menos.
El nivel de calidad y acabados del Clase C 2018 es bueno, muy bueno. Es indudablemente un coche premium, con muy buenos materiales, tanto en la parte alta como en la baja del habitáculo.Eso no significa que sea perfecto, pero compensa para lo que las últimas generaciones de la estrella han ganado en diseño y emoción. Es la nueva Mercedes, y los clientes le dan la razón.
De nuevo en el apartado de equipamiento tecnológico, mejora el Distronic –paquete de asistencia a la conducción, con control de velocidad activo– y el asistente de mantenimiento en carril. Se trata, esto sí, de la última generación de la marca. El nuevo Clase C es más semiautónomo: interactúa con el navegador para prever mejor los tramos que se acercan en nuestra ruta y adecuar la velocidad con antelación, como si echase la mirada adelante. El sistema es capaz de mover el volante en función del coche de delante si no hay carriles marcados en el suelo.
La suspensión variable con el Dynamic Body Control es opcional, como también lo es la suspensión neumática. De serie, eso sí, incorpora un asistente de frenado activo. Incluye el asistente de arranque en pendiente en todos los automáticos –es decir, en todas las versiones–.
El climatizador automático va conectado al GPS, lo cual es útil en situaciones como el paso por túneles, ya que el coche cierra automáticamente las portezuelas de ventilación para evitar la entrada de humos. Y otro detalle, el nuevo Clase C estrena un sistema de sonido de 225 vatios, a medio camino el normal de serie y el magnífico Burmester.
Ya a primera vista, el Coupé se percibe algo más bajo que un Clase C berlina, con un parabrisas pequeño y muy vertical, lo que le da el toque deportivo justo sin resultar pequeño o incómodo. Hay espacio para 4, pero comodidad real para dos. Las plazas traseras, perjudicadas en la transformación a Coupé, tienen espacio real para dos adultos, pero su accesibilidad es algo complicada y la visión hacia fuera limitada. Este tipo de carrocerías exige un peaje, ni bueno ni malo, que hay que estar dispuesto a pagar. El maletero sí es amplio (400 litros), aunque la boca de carga resulta menos práctica que el portón trasero.
La unidad probada, como hemos dicho, era un C220d, con motor turbodiésel de 4 cilindros y 194 CV, equipado con cambio automático 9G-TRONIC y kit AMG. En un precioso rojo Jacinto Designo, con el que el coche gana bastante a nuestro modo de ver y con un interior gris oscuro a tope de equipamiento, nos dispusimos a rodar en autopista.
El motor diésel es un puntito ruidoso, aunque quizá sea una sensación por esperar el silencio de un lujoso coupé deportivo. Este tipo de mecánicas, super eficientes por otra parte, por muy afinadas que estén, exigen ese peaje. Ni bueno ni malo, pero que hay que estar dispuesto a pagar.
El C 220d de 194 caballos comparte bloque con el anterior, y es el mismo motor que equipa el Clase E, también en versión 220d. Como aquel, cuenta con inyección common Rail a 2.050 bares de presión máxima, y también recurre a un revestimiento particular en las camisas de los cilindros para reducir la fricción, a la que Mercedes llama Nanoslide.
En ruta y a velocidad constante y comportándose como un GT, el coche es razonablemente cómodo y silencioso gracias a un cambio que mantiene el motor a bajo régimen. Sobre buen asfalto es un agradabilísimo compañero de viaje, razón de ser de un GT.
Por último, la ligereza de los pistones compactos permite ahorrar 10 kilos de peso, no proveniente del pistón sino principalmente de los árboles de equilibrado que se han podido ahorrar por el cambio mecánico. Con dos ruedas motrices, consume una media de 4,6 litros a los 100 en ciclo mixto. El coche tiene un buen empuje, el cambio es rápido a la par que suave y nunca nos encontraremos sin recursos bajo el capó.
Dicho esto, el comportamiento dinámico está muy logrado, con una dirección directa y precisa, un punto de feedback que nos transmite seguridad para abordar las curvas y una buena sensación de control y estabilidad a toda prueba (en parte gracias a la firmeza de la suspensión).
Su estética atractiva, su diseño interior, sus calidades y su nivel de tecnología y equipamiento brillan a gran altura, resultando un coupé bastante práctico y utilizable incluso con 4 pasajeros a bordo. La conclusión es que el Clase C Coupé es un coche muy completo y recomendable como deportivo viajero de altos vuelos. Si el gasto de combustible no nos obsesiona, combina mejor con motor gasolina y una suspensión más cómoda.
Listado de precios oficiales del nuevo Mercedes Clase C 2018:
BERLINA | ESTATE | COUPÉ | CABRIO | |
C 180 | 41.105 euros | 43.105 euros | - | - |
C 200d | 42.850 euros | 44.800 euros | - | - |
C 200 | 44.500 euros | 46.470 euros | 45.800 euros | 53.750 euros |
C 220d | 45.950 euros | 47.950 euros | 47.100 euros | 55.000 euros |
C 300 | 49.250 euros | 51.200 euros | 50.150 euros | 58.100 euros |
C 220d 4Matic | 49.400 euros | 51.400 euros | - | - |
AMG C 43 4Matic | 74.000 euros | 76.150 euros | 75.150 euros | 83.850 euros |