ESTÉTICA Y DINÁMICA DEPORTVAS 'NUEVEONCE' PERO SIN LA RADICALIDAD DE TURBO Y GT3
Para muchos porschistas, el 911 GTS -aún más éste 4- es el deportivo más completo y equilibrado del mundo. Razones no le faltan.
La gama GTS de Porsche es la que ofrece un equilibrio excepcional entre versatilidad para el día a día y un toque de deportividad extra. En ella están los ya conocidos Porsche 718 Cayman y Boxster GTS, con motor atmosférico y 400 CV; el Macan GTS, que sustituye a la antigua versión Turbo, declarando 440 CV gracias a su motor V6; el Cayenne GTS prefiere un V8 para subir un peldaño más en potencia hasta los 460 CV.
Por otro lado, están la berlina, el Panamera GTS, con 480 CV; el 911 GTS tiene la misma potencia, pero manteniéndose fiel a su motor bóxer de seis cilindros; el Taycan, primer modelo eléctrico de la firma, también se une a las siglas GTS, con hasta 598 CV de potencia y más de 500 km de autonomía.
Una vez definido el concepto GTS, hablemos de nuestro protagonista, que no es otro que el 'nueveonce' GTS, esta vez en su versión 4 (para el 2 -de propulsión- habrá ocasión) y su tracción total, que le otorga un plus de seguridad. Más aún durante un test por carretera abierta, donde no se pueden cometer errores, aunque no sobrepasemos demasiado los límites legales.
Tiene los ingredientes típicos de las siglas GTS: color plateado exterior en contraste con el negro en varios detalles, como en las llantas, faros y molduras; alcántara en su interior, escapes más deportivos y un chasis puesto a punto para rebajar su altura en 10 mm, gracias a que lleva de serie la suspensión activa de Porsche.
Pero también lleva algún componente de su hermano mayor, el Turbo, como amortiguadores traseros, llantas y frenos. Esto último se aprecia claramente, porque tienen más mordiente que los de la versión anterior, lo que hace innecesario gastar el enorme desembolso que conllevan los carbocerámicos en opción. No hemos entrado en pista, repito, pero ha bastado la bajada de un puerto para comprobar que no desfallecen.
Más ligero y divertido
Más ligero y divertido ya de serie, pero también porque se puede prescindir de los asientos traseros -no es el caso de nuestra unidad- e incorporar unos nuevos de fibra de carbono delante, gracias al paquete Lightweight Design. Esto ahorra 25 kg en la báscula, quitando algo de aislamiento acústico para escuchar mejor la melodía de su motor.
Las llantas monotuerca son espectaculares, y anticipan que no estamos ante un 'nueveonce' normal, aunque prescinda de los agresivos aditamentos -sobre todo el alerón- del Turbo o el GT3. El tacto de la piel vuelta en el volante, característico de los GTS es formidablemente evocador de lo que supone ponerse a los 'mandos' de un deportivo, de verdad, como éste.
La mayoría de los porschistas -lo soy, confeso, y cliente- somos más fans de los motores atmosféricos, pero este, siendo turbo, entrega de forma muy similar, muy lineal. Estos motores bóxer turbo tienen un no se qué les hace enormemente excitantes.
Y la caja de cambios PDK tampoco se queda atrás: es rapidísima y es un vicio subir y bajar marchas con ella. Sientes que tienes el control en todo momento. Sin tocar una leva. Porque el nuevo 911 GTS es muy efectivo. Aún así se puede montar un cambio manual -con la palanca acortada 10mm- en lugar de la PDK.
Aunque los más puristas insistan en que un verdadero Porsche debe ser manual, las ventajas de la transmisión automática PDK de doble embrague son demasiado grandes como para ignorarlas.
En carretera, ya convencional o autovía, sobran, para el conductor normal, como decimos, las levas. Las 8 velocidades entran en su orden y momento exactos según lo demande el pie derecho y el punto del recorrido. En circuito es difícil resistirse a pedirle alguna variación manual, suponemos.
Estética deportiva pero armónica, y viceversa
Los nuevos 911 GTS están disponibles con carrocería coupé, cabrio y Targa, con una estética que deja claro que no se trata de una versión 'normal' debido a la presencia del paquete Sport Design que modifica el aspecto de los paragolpes y añade el color negro, también, para la nomenclatura del modelo.
En el interior, por su parte, los cambios son menos evidentes pero siguen estando presentes: la instrumentación está coronada por un cuentavueltas pintado en color rojo, la tapicería del interior está confeccionada con 'Race-tex', incluido el volante en nuestra unidad, un tejido similar a la alcántara y los asientos de serie son más deportivos que en los 911 más básicos.
Por si fuera poco, el nivel de aislamiento acústico es menor gracias a un acristalamiento más fino y a una menor presencia de materiales fonoabsorbentes para una experiencia de conducción menos filtrada, más purista. Esto, en los modos Sport y Sport Plus, o accionando el botón de sonido deportivo, se torna un punto violento, elevando el ritmo del corazón de quien se sienta al volante.
Turbo y más potencia
A nivel mecánico el cambio más importante llega de la mano de su motor 3.0 bóxer turbo, que pasa a ofrecer 480 CV y 570 NM. De serie se puede optar por un cambio manual de 7 relaciones, aunque se puede escoger también un cambio automático PDK de 8 relaciones sin coste adicional. Las prestaciones son apabullantes, con una aceleración de 0 a 100 km/h que oscila entre los 4.3 y los 3.3 segundos, y una velocidad máxima que supera los 300 km/h.
La suspensión, por su parte, cuenta con elementos heredados directamente del 911 Turbo, el hermano mayor de este Porsche 911 GTS, herencia que también se hace patente en el equipo de frenos, también compartido directamente con el Porsche 911 Turbo. Esta joya llegada de Alemania ya se puede reservar, aunque su precio, desde luego, no está al alcance de todos los públicos, ya que las versiones GTS parten desde algo más de 160.000€.