CANDIDATO A MEJOR COCHE DEL AÑO
Probamos el BYD Seal, un modelo eléctrico de 4,8 metros que se postula como rival directo del Tesla Model 3.
Esta semana, hemos conocido de primera mano al BYD Seal, una de las puntas de lanza de una marca que cerró el año pasado como la que más coches enchufables -híbridos y eléctricos- ha fabricado en todo el mundo, con un total de más de tres millones de unidades vendidas .Uno de los motivos de su hazaña es su reciente globalización, llegando a más de 70 países, incluyendo su entrada en España a mediados del pasado año.
Han llegado pisando tan fuerte, que dos de sus modelos, el Dolphin y este Seal que estoy conduciendo hoy, se han colado entre los finalistas en los premios de Mejor Coche del Año en el Mundo, los World Car Awards. Por algo será. Y por eso mismo creo que esta berlina 100% eléctrica hará que cambies de opinión sobre los coches chinos.
Para empezar, su diseño no deja indiferente a nadie, muy distinto a lo visto en el mercado. Destacan sus faros full LED y las llantas de hasta 19 pulgadas, con líneas aerodinámicas. Mide 4,8 metros y se postula como el rival directo del Tesla Model 3. Tiene dos maleteros, el tradicional en la parte trasera, con 400 litros de capacidad, y otro delante, debajo del capó, con 53 litros adicionales.
Si asocias la calidad china a algo malo, ve olvidándote de este prejuicio con el BYD Seal. Aquí dentro no hay más que buenos materiales y un interior bien rematado, todo con unos ajustes sobresalientes. El habitáculo es lujoso, pero también digital, con una pantalla central giratoria de 15,6 pulgadas, que puedes ver en horizontal o vertical. Y con conectividad con nuestro smartphone, complementando al panel de instrumentos personalizable de 12,3 pulgadas. Sin duda, son detalles que marcan dejan entrever lo bien cuidado que está este habitáculo.
En cuanto a las versiones, BYD no quiere complicarse la vida. Hay dos: una con propulsión trasera, denominada Design, y otra con tracción a las cuatro ruedas, llamada Excellence. Ambas ofrecen un solo acabado de equipamiento y calidades casi calcadas, solo que una tiene más potencia y autonomía que la otra.
Y hoy nos acompaña la que, posiblemente, más se va a vender en nuestro país, la versión de propulsión trasera, que no solo nos ofrece 313 CV, sino también una autonomía de 570 km, según el ciclo WLTP.
Ambas versiones están alimentadas por una batería, denominada BYD Blade, de litio ferro-fosfato y 82,5 kWh de capacidad. Esta prescinde del cobalto, para ofrecer un mayor rendimiento, seguridad y durabilidad. Admite carga en corriente continua de hasta 150 kW, lo que nos permite cargar del 10-80 % en poco más de 30 minutos.
Me está sorprendiendo mucho el BYD Seal. En general, va de cine, aunque la puesta a punto del chasis está más pensada para viajar con comodidad que para circular por carreteras de montaña, pero sin dejar de desenvolverse bien en ese entorno. La calidad de rodadura y general es de primera. Porque aquí todo está donde debe y el sistema de infoentretenimiento me parece uno de los mejores.
Esta versión Design, que es la de acceso, no equipa la suspensión de dureza variable, cosa que el tope de gama, el Excellent, sí. Por tanto, es la versión pensada para hacer viajes largos con una alta comodidad y un buen aislamiento acústico incluso a alta velocidad.
Lo que más nos ha gustado es la calidad interior del BYD, junto con la tecnología que tenemos a bordo. Atrás queda el estigma de que un coche chino está mal hecho. Y ¡ojo! Porque este modelo puede hacer la competencia a otras marcas.
Quizás el único punto negativo es que la climatización está en la pantalla. No cuesta acostumbrarse, pero donde estén unos buenos botones físicos… Sobre todo para estas funciones.
MOTORES
VERSIÓN | POTENCIA | AUTONOMÍA | ETIQUETA |
Design | 313 CV | 570 km | 0 |
Excellent | 530 CV | 520 km | 0 |