Para que la movilidad eléctrica se convierta en realidad
El consumidor medio cree es imprescindible que autoridades, empresas que suministran la energía, estaciones de servicio, creadores de apps, etc. Deben coordinarse así para atender a estas peticiones.
En la actualidad, cuando nos planteamos el cambio de un vehículo de combustión por uno eléctrico, son más los puntos en contra que encontramos, que los puntos a favor. Según la OCU y las asociaciones de consumidores, estas serían las demandas que deberían satisfacer los agentes implicados para que cualquier usuario del vehículo de combustión pudiera valorar cambiar aquel por uno eléctrico y que en estos momentos no están ni mucho menos resueltas.
1. Carga en el hogar
El uso ideal del coche eléctrico pasa por cargarlo con electricidad barata durante las horas que permanece parado en casa. Los consumidores pedimos que se potencien las ayudas para que quien lo desee pueda instalar puntos de carga en su edificio de uso particular o colectivo para los vecinos y para que las empresas los instalen en sus estacionamientos.
2. Estaciones de carga más rápidas
Un cargador normal puede tardar entre 2 y 3 veces más tiempo que uno rápido. Actualmente, solo un 7% del total de cargadores son rápidos y casi siempre están situados junto a las autopistas. Pedimos que las ciudades cambien su red de cargadores lentos por otros que tengan como mínimo 22 kW.
3. Cargadores superrápidos en autopistas y carreteras
El tiempo de recarga es muy importante para viajar. Los viajes de larga distancia requieren una amplia red de cargadores para que no haya demoras. Algunas estaciones cuentan con un único punto de carga que puede estar lleno. Demandamos que todas las áreas de servicio de autopistas cuenten con cargadores rápidos (75 kW) o ultrarrápidos (150 kW).
4. No más de 50 km entre estaciones de carga
En la red secundaria, puede haber hasta 170 km de distancia entre puntos de carga en algunas zonas de España. Pedimos que haya como máximo 50 km de distancia entre cargadores en todas las zonas, independientemente de su densidad de población. Ninguna región europea se puede quedar fuera de la movilidad eléctrica.
5. Interoperabilidad entre redes de distintos proveedores
En nuestro recorrido, constatamos que era necesario tener descargadas varias apps para poder cargar, pues las redes de distintos proveedores son independientes entre sí. Demandamos que sea posible usar todas las redes desde una misma app o tarjeta, independientemente del proveedor. Portugal es un ejemplo de que se puede tener una única tarjeta y un sistema interconectado. -
6. Un sistema de pago único
Debe ser posible pagar con tarjeta de débito o crédito o prepago, sin que sea necesario un registro previo, porque eso excluye a los usuarios ocasionales. Hay que facilitar la recarga a los usuarios ocasionales. Portugal es un excelente ejemplo de un sistema único de pago.
7. Precios claros y competitivos
Los precios y las tarifas deben ser claros: actualmente, es difícil saber con antelación cuánto te va a costar la recarga, pues faltan normas y criterios de fijación de las tarifas y los cargos extras. Esta falta de transparencia dificulta la comparación y la competencia lo que hace que los precios sean en ocasiones elevados y poco competitivos.
8. Aplicaciones de usuario más operativas
En nuestro recorrido, constatamos que las apps deben mejorar, pues no siempre funcionaban los sistemas de pago, en ocasiones no está clara la localización de los puntos de recarga ni se informa del precio o de si están en servicio. Tampoco es siempre posible reservar con antelación. En ocasiones, hubo que llamar a un teléfono para que fuera aprobada la carga.
Fuente: OCU
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