Desde 2013, el fabricante alemán desarrolla esta tecnología junto a Toyota
La idea de la marca es comercializar en los X6 y X7 una versión de pila de combustible en los años venideros. En el Salón de Frankfurt de 2019, se presentó un prototipo con esta tecnología basado en el X5.
BMW es uno de los fabricantes más constantes en la apuesta por las nuevas tecnologías. Actualmente, ya cuenta en el mercado con modelos 100% eléctricos y con sistemas híbridos. Sin embargo, la marca bávara no deja de lado otras tecnologías como la pila de combustible de hidrógeno.
Así, Klaus Froehlich, jefe de investigación y desarrollo de BMW, ha explicado cómo el fabricante sigue inmerso en el desarrollo de esta tecnología, que todavía se encuentra en una fase precoz. No obstante, la marca alemana ya se pone metas, como comercializar versiones impulsadas por hidrógeno en el año 2025. Los protagonistas serían los populares SUV X6 y X7.
Según declaraciones de Froehlich, actualmente un tren motriz de pila de combustible tiene un coste 10 veces superior al vehículo eléctrico. Por ello, los fabricantes todavía se encuentran en una fase de desarrollo de esta tecnología para poder equiparar dichos costes. Al mismo tiempo, las expectativas son que las celdas de combustible sean una solución adecuada para los automóviles en el año 2025, al igual que para el transporte pesado.
En 2013, BMW y Toyota unieron sus fuerzas para desarrollar conjuntamente esta tecnología. De hecho, en 2015 ambos fabricantes comenzaron a probar la pila de combustible de hidrógeno en vehículos con una flota de prototipos basados en el Serie 5 GT.
BMW i Hydrogen Next
En septiembre del pasado año, BMW sorprendía en el Salón de Frankfurt con la presentación de un prototipo que anticipaba el futuro del fabricante. Éste era el i Hydrogen Next, una versión del X5 impulsada por pila de combustible. En esta ocasión, BMW hablaba de 2022 para comercializar este modelo, pero todavía no hay una fecha oficial.
La marca aprovechó el certamen alemán para dar importancia a los vehículos movidos por hidrógeno gracias a sus múltiples ventajas: tiempos de repostaje inferiores a cuatro minutos, gran autonomía, mismo confort que los modelos de combustión o la poca dependencia que tienen a las variaciones climáticas. No obstante, como ya sucede con los vehículos eléctricos, BMW remarcaba la importancia de contar con una infraestructura adecuada para que esta tecnología pueda tener éxito en el mercado.