ACTUALMENTE HAY 445.000
Según el informe elaborado por Ernst&Young junto a Eurelectric, en 2035 habrá 130 millones de eléctricos en circulación
La Comisión Europea desveló en 2021 la fecha elegida para dejar de comercializar vehículos con motor de combustión interna en el Viejo Continente: las ventas cesarán en 2035. Al mismo tiempo, los fabricantes no dejan de ampliar su oferta de coches eléctricos y Europa debe prepararse para este cambio de escenario: ¿cuántos cargadores hay y cuántos se necesitan realmente para afrontar un futuro de baterías?
Ernst&Young ha elaborado un informe junto a Eurelectric con cifras que la Unión Europea debe apuntar: en 2035 habrá 130 millones de eléctricos en circulación. Las previsiones apuntan a que la flota de este tipo de vehículos crecerá desde los cinco millones actuales hasta los 65 que habrá en 2030: en los siguientes cinco años se duplicará.
65 millones de cargadores
Se estima, por lo tanto, que serán necesarios 65 millones de cargadores para alimentar a estos vehículos. ¿Cuántos hay en la actualidad? Según el último recuento de BloombergNEF son 445.000 los puntos públicos así que Europa se enfrenta a un reto doble. Por un lado, tiene que dar forma a una red de 9 millones de cargadores instalados en carreteras, lugares de trabajo y centros de carga de flotas.
Para ello será necesario ubicar 500.000 puntos cada año hasta 2030 y alrededor de 1 millón cada año entre 2030 y 2035. Una infraestructura que podría costar 54.590 millones de euros… sin contar los 56 millones de estaciones de carga residenciales que se irían a los 63.400 millones.
La red eléctrica
El segundo reto se centrará en la gestión de la red eléctrica que tendrá que soportar una carga mayor que la actual: al aumento de la presencia de este tipo de vehículos tenemos que sumar la generación de energía renovable, entre otros elementos de consumo.
En el caso concreto de los coches eléctricos, las cargas rápidas podrían aumentar en un 90% esos picos: para gestionarlos serán necesarios sistemas de almacenamiento y energía solar allí donde se instalen las estaciones de carga. En las zonas residenciales urbanas se espera que la demanda de carga aumente en un 86% por las noches, momento que la mayoría de conductores aprovechan para poner a punto las baterías.
Suavizar estas curvas sería posible incentivando a los propietarios de estos modelos para apostar por otros horarios de carga donde la actividad sea menor e impulsando la carga bidireccional. Con estos sistemas se podrían reducir los picos de demanda de los eléctricos en más de una quinta parte, pero todavía les queda un camino largo por recorrer… aunque hasta 2035 parece que hay tiempo.
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