NO SERÁ EL ÚNICO CAMBIO
Según la IEA -Agencia Internacional de Energía- las ventas de bombas de calor aumentaron en un 11% a nivel mundial, dejando patente que la energía limpia es posible en otros sectores que no sea el automovilístico.
Teniendo en cuenta la legislación que arropa al coche eléctrico y la fuerte tendencia hacia este, parece mentira que en el mundo existan más sectores o elementos que también contaminan. No obstante, la atención se desvía de vez en cuando como es el caso que hoy nos ocupa, siendo nuestro protagonista las bombas de calor, sistema del que aumentaron sus ventas un 11% durante el año anterior, y todo apunta a que seguirán creciendo.
Concretamente, este dato lo arroja la IEA -Agencia Internacional de Energía-, y deja patente un cambio de mentalidad en muchos hogares a la hora de optar por energías limpias. No obstante no solo esa nueva mentalidad ha sido el impulso de las ventas, sino también un efecto dominó que se lleva viviendo desde hace tres años.
Aumentan considerablemente las ventas de bombas de calor
Un importante aliciente para dar este paso ha sido, sin duda, el aumento del precio del gas natural, lo que ha provocado que muchos hogares prescindan de este. Lógicamente también ha ayudado ese interés por energías de origen limpio y reducir así el impacto ambiental que producen los gases de efecto invernadero.
Así, y con el aumento de ventas de bombas de calor en el 2022, se estima que en la actualidad existen 100 millones de hogares con este sistema instalado. Concretamente, gran parte del grueso de las ventas ha ido a parar a China, aunque Europa también tiene un papel relevante con países como Italia, Francia y Alemania en la cúspide de las bombas de calor.
Y también cabe destacar la entrada de Estados Unidos, país donde en el año 2022 los hogares con bomba de calor superaron sustancialmente a aquellos con calefacción por gas. Pero si nos centramos solo en el Viejo Continente, descubriremos rápidamente que las ventas crecieron en 2022 un 40%, una cifra muy significativa y que deja patente la tendencia.
Al fin de cuentas estamos hablando de un sistema único que sirve tanto para los meses de frío como para los de calor. En invierno, esta bomba se encarga de obtener aire del exterior y lo distribuye, ya calentado, por la estancia. En verano pasa al contrario, ya que la bomba de calor actúa como una especie de extractor al sacar el calor de espacios interiores y enviándolo al exterior.
Y aunque bien es cierto que a día de hoy sigue sin ser posible recurrir a un sistema 100% limpio -tampoco lo es el coche eléctrico-, la bomba de calor sirve para no solo hacer eco de que el sector automovilístico no es el único que contamina, sino también para emigrar poco a poco hacia fuentes más limpias.