INICIALMENTE, COMPRARÁN 20 UNIDADES
La movilidad eléctrica todavía tiene mucho que demostrar en cuanto a los vehículos de seguridad y emergencia. Veremos cómo sale el experimento de South Pasadena.
California, en los Estados Unidos de América, es una de las regiones del planeta que más rápido avanza en materia de electromovilidad. Dispone de una gran cantidad (y densidad) de cargadores que permite viajar con garantías a bordo de un BEV, lo que fomenta la obtención de turismos y SUV con esta clase de tecnología de propulsión. El último paso en esta línea lo ha dado el cuerpo policial de South Pasadena, que será el primero de Norteamérica en contar con una flota de vehículos 100% eléctrica. ¿Podrán hacer frente a las persecuciones que se produzcan a alta velocidad?
Concretamente, este departamento apostará por los Model 3 y Model Y de Tesla, dos productos equivalentes y construidos sobre la misma plataforma (comparten multitud de componentes), siendo el primero una berlina y el segundo un todocamino. Aunque se desconoce la versión en la que serán adquiridos, los responsables de esta fuerza del orden han anunciado una compra inicial de 20 unidades que serán modificadas por la empresa especialista Unplugged Performance. Esta se encargará de la preparación que todo coche de policía merece, llegando a incluir blindajes, neumáticos todoterreno o defensas adicionales a modo de refuerzo para la carrocería.
La misión de estos vehículos no es sencilla, pues han de sustituir con eficacia (y mayor eficiencia) a los Ford con motor V6 que venían usándose hasta ahora. Sin embargo, tanto los oficiales que los conducirán como los profesionales que se encargarán de adecuarlos a su uso defienden la acción. Indican que estos Tesla proporcionan un alto grado de fiabilidad, de seguridad, de rendimiento, de comportamiento y bajo coste de mantenimiento, si bien cada uno va a costar unos 84.000 euros al cambio de divisa actual (alrededor de 38.000 euros corresponderán a elementos “aftermarket”).
No obstante, su nivel de autonomía, sin ser malo en absoluto, puede verse mermado por el peso extraordinario que suponen los sistemas con los que ha que circular, entre los que se encuentran luces, altavoces, antenas y protecciones de índole específica. Sólo el tiempo y la experiencia dirán si son los coches más idóneos para servir y proteger a esa población del suroeste estadounidense. ¿Crees que es una decisión adecuada?