13 años, ese es el tiempo que aún nos queda para ver como el
vehículo eléctrico no sólo se muestra competitivo en materia de rendimiento y autonomía como ya consigue en el mercado, sino también en precio frente a un coche convencional movido por un motor de combustión interna. Así lo señala un estudio realizado por el
MIT en EE.UU. El análisis realizado por Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés) se centra en la
reducción del coste de las baterías que es a todas luces el componente más costoso de un vehículo eléctrico. Según señala este estudio, el precio del kWh de almacenamiento en baterías se ha reducido de forma considerable desde la llegada de los primeros coches eléctricos al mercado actual, pasando de 542 dólares a 139 dólares. Pero todavía ese precio ha de reducirse más, buscando superar al coche convencional.
Aún así, la necesidad de ofrecer más autonomía en los coches eléctricos y mejorar las baterías para ocupar menor espacio y reducir su peso siguen haciendo que la industria mejore a pasos forzados los acumuladores energéticos. De este modo el MIT señala que de aquí en adelante se espera una caída de los precios de las baterías gracias a la maduración de la tecnología y al sustancial aumento en la fabricación a nivel mundial. Estos dos puntos son claves para reducir los costes, lo que señala un punto de inflexión a medio plazo para conseguir que
el precio del vehículo eléctrico sea inferior al vehículo de motor gasolina o diésel a partir de 2030. En Centímetros Cúbicos: |