Habrá 440 km de carreteras en los que los eléctricos podrán circular 30 km/h más rápidos
Austria se ha cuestionado la posibilidad de que los vehículos eléctricos puedan no verse afectados por los límites de velocidad de algunas vías en episodios de altos niveles de contaminación.
¿Y si en lugar de penalizar el resto de los combustibles se incentiva por la utilización de vehículos con tecnologías de propulsión que sean eco-friendly? Eso es lo que se ha cuestionado Austria con su nuevo plan de movilidad nacional. Mientras que en España se ha propuesto lastrar el uso y la compra de vehículos diésel a través del encarecimiento del combustible a través de impuestos, el país centroeuropeo quiere que los propietarios de los vehículos eléctricos tengan mayores privilegios que los que utilizan coches propulsados por motores térmicos, también fuera de las ciudades.
Hay que recordar que, en España, aquellos vehículos con la etiqueta Eco cuentan también con ciertos incentivos, comenzando por ayudas económicas para su compra, la posibilidad de circular en zonas restringidas a vehículos contaminantes, zonas reservadas de aparcamiento gratuito e incluso la posibilidad de acceder al centro de grandes urbes en las que ya se encuentran este tipo de planes instaurados.
El gobierno austriaco ha querido de esta forma el favorecer la compra de vehículos 100% eléctricos también más allá de las grandes urbes, razón por la cual se ha llevado adelante la propuesta que pretendía que los conductores de coches alimentados por baterías pudieran circular hasta un 30% más rápido que el resto de los usuarios de las vías.
Concretamente, este tipo de automóviles podrán circular hasta los 130 km/h de velocidad máxima en 440 kilómetros de la red autopistas y autovías del país centroeuropeo, cifra que se ve limitada a los 100 km/h para el resto de los vehículos durante episodios de alta contaminación. Se verán afectadas concretamente a aquellas que pertenecen al plan conocido con el acrónimo IG-L, que significa 'Ley de Control de Contaminación Ambiental'.
La medida es lógica, y aunque pueda parecer una penalización para el resto de los vehículos ya que la velocidad hasta ahora para todos los automóviles se establecía en 130 km/h en condiciones normales, se está favoreciendo las tecnologías verdes de propulsión que no inciden en dichos niveles de contaminación ni tan siquiera al límite convencional de la vía. Es de prever que haya muchas más medidas de este tipo en el futuro, especialmente después de los nuevos objetivos climáticos propuestos por la Unión Europea de cara a 2030 que ha llevado a algunas marcas como Peugeot a realizar sus primeros movimientos y retirarse de la participación oficial en el Mundial de RallyCross.