DENTRO DE DOS AÑOS
Para poder alimentar otros elementos eléctricos del coche.
El coche eléctrico quiere convertirse en inequívoco protagonista cueste lo que cueste, pero es necesario que supere ciertos baches. Mercedes-Benz, consciente de ello, quiere cambiar las cosas en tan solo dos años al recurrir a esta tecnología. Y es que la firma de la estrella pretende equipar a todos sus vehículos eléctricos con paneles solares para sostener ciertos componentes y reducirle trabajo a la batería principal.
No, no es la primera vez que se emplea la energía solar como fuente principal de abastecimiento ni tampoco lo es en un coche. Sin embargo, sí que es novedad que una marca pretenda aplicarlo a toda su gama de vehículos, pero resulta lógico teniendo en cuenta las exigencias de Europa y el ritmo de electrificación de firmas como Mercedes-Benz.
Esta iniciativa arranca a raíz de la presentación del Mercedes-Benz EQXX, un avanzado concept con el que se adelanta tecnología del vehículo eléctrico de un futuro muy lejano. Una de las novedades la encontramos en su techo repleto de paneles solares, elemento que se extrapolará a los coches de producción.
Ha sido el propio Markus Schäfer, director tecnológico, quien ha adelantado este avance de los coches eléctricos de Mercedes-Benz y quien afirma que “posiblemente ya sea en 2024 cuando el cliente pueda escoger entre un techo de cristal o uno construido a base de paneles solares.”
Así, vehículos como los EQS, EQE y los futuros SUV 100% eléctricos de la marca contarían con esta tecnología. Tecnología que por cierto es posible gracias a la colaboración de Mercedes-Benz con Franunhofer Institue for Solar Energy Systems, con quien ha engendrado un conjunto de células solares ultrafinas ideadas para captar la energía del sol.
Esta es almacenada en una batería de litio ferrofostafo, la cual no cuenta con una conexión directa con los motores eléctricos. Su función reside en proporcionar energía a elementos como el climatizador, las luces o el sistema multimedia.
Así, Mercedes-Benz asegura que la energía demandada por el vehículo no se concetrará única y exclusivamente en el batería principal, la cual podrá centrar su trabajo en alimentar a los propulsores y mejorar la autonomía en 25 kilómetros gracias a este sistema de energía solar.