POLESTAR NO LO DESCARTA
El fabricante escandinavo ha mostrado su nuevo trabajo conceptual con el que adelanta un posible lanzamiento futuro
Polestar suele ser un fabricante que no da “puntada sin hilo”, algo que dentro de la industria automotriz se puede extrapolar a que cada uno de sus diseños y de sus trabajos conceptuales termina llegando de una forma u otra a la calle. En este caso, el Polestar O2 Concept puede que no sea la imagen previa a un futuro roadster, ya que, por el momento, no se encuentra entre los planes de la compañía escandinava, pero sí que puede servir para ver lo que es un anticipo de un modelo de corte más deportivo en el horizonte.
Precisamente porque el segmento de los descapotables ha sido uno de los que más se han descuidado en los últimos meses, con la gran irrupción de los todocaminos y las distintas versiones de los mismos. Hasta el punto que incluso ya se han empezado a ver propuestas de SUV ‘a cielo abierto’ que sin duda parecen ser dos filosofías completamente opuestas. En el caso del Polestar O2 Concept, estamos frente a un deportivo con tintes clásicos, en los que se mantiene ese diseño puro que la compañía ha implementado en todos sus trabajos.
Podríamos pensar que el Polestar 5 quizás pudiera beber directamente de esta fuente, pero la futura berlina de producción de la firma sueca (ya hace tiempo recorriendo un camino independiente al de Volvo, aunque en este caso bajo el paraguas del Grupo GEELY) ya tiene un espejo en el que mirarse, el Concept del Polestar Precept.
No se han revelado detalles en el apartado técnico, pero sí que se espera que monte el mismo que el que llevará el sedán. Es precisamente ese sentido práctico de Polestar lo que nos hace pensar que tal vez un futuro Polestar 6, evidentemente 100% eléctrico, pueda tener mucho que ver con este O2 Concept.
Quizás uno de los aspectos más novedosos en la construcción de este diseño es que para la plataforma se ha ideado una estructura de aluminio que no requiere aporte de material a través de la soldadura para hacer las uniones, sino que confía en este caso en un potente adhesivo que además de reducir el peso total del conjunto también mejora teóricamente la rigidez estructural. También contribuye a este ahorro de peso que el techo sea extraíble sin necesidad de un sistema mecanizado, algo que evidentemente reduce el lado práctico, pero que tiene un gran impacto en sumar kilos a un vehículo en el que se busca tener un tacto deportivo.
Sin embargo, estamos frente a lo que es sin duda un trabajo conceptual, algo que es más que apreciable en el interior, donde toda esa imagen sobria y elegante contrasta con la opción de que las plazas traseras dejan una superficie para que pueda transportarse un dron autónomo diseñado para rodar secuencias de conducción, y que incluso pueda acometer una maniobra de aterrizaje y despegue mientras el Polestar O2 Concept se encuentra en movimiento. Sin duda es peculiar, sin embargo, para ser un rival del Tesla Roadster en un futuro hipotético es un extra seguramente innecesario. El tiempo lo dirá.