La obtención de la etiqueta ECO por coches semihíbridos pone en cuestión el sistema
Un grupo de trabajo de la DGT revisará los criterios para conceder la etiqueta ECO evitando que sea otorgada a coches de elevada potencia y emisiones
Que el etiquetado de emisiones de la DGT ha quedado obsoleto es algo que se sabe desde hace meses, especialmente desde que entraron en escena los coches semihíbridos. Según informa Cocheando citando a fuentes internas de la DGT, el organismo ha puesto en marcha un grupo de trabajo para analizar los motivos por los que la etiqueta ECO de la DGT está siendo concedida a coches de elevada potencia y emisiones.
El objetivo primero de la etiqueta ECO fue 'premiar' a motorizaciones de bajas emisiones como los híbridos con autonomía eléctrica inferior a 40 kilómetros o los sistemas de propulsión alternativa como el GLP o el GNC. Sin embargo, la entrada en escena de diferentes conceptos de hibridación ha conseguido sacar provecho del distintivo ECO. Los microhíbridos y semihíbridos que están haciéndose tan populares en el mercado consiguen la etiqueta ECO al no limitar este distintivo qué grado de hibridación o emisiones ha de tener el vehículo. De este modo cualquier vehículo homologado como híbrido, aunque realmente sea un microhíbrido o semihíbrido, obtiene la etiqueta ECO. Esta situación ha llevado que la misma etiqueta ECO sea otorgada a coches tan dispares como el Hyundai Ioniq con 84 gramos de CO2 y 141 CV (híbrido) y a coches de altas prestaciones como el Mercedes-AMG GT 4 puertas Coupé 53 4MATIC+ con 209 gramos de CO2 y 435 CV de potencia (semihíbrido).
Es por ello por lo que esta intención de la DGT de revisar el etiquetado de emisiones no solo es una buena noticia, sino algo muy necesario de cara a dar sentido al sistema de etiquetas y a las regulaciones que se basan en ellas. Hemos de recordar que ciudades como Madrid y Barcelona ya están sirviéndose de las etiquetas de emisiones para regular el tráfico en diferentes zonas de la ciudad, además de para limitar el acceso en episodios de alta contaminación. A falta de conocer la solución final para esta revisión, cabe esperar la integración de una nueva metedología para la asignación de la etiqueta de emisiones, así como la llegada de nuevas etiquetas de cara a ofrecer una mejor segmentación del mercado.