Una apuesta de lo más futurista
El hidrógeno se resiste a desaparecer como alternativa a la electrificación convencional, y Stellantis apuesta fuerte por ello
El hidrógeno ha sido el gran caballo de batalla para muchos fabricantes de automóviles que, durante décadas, han coqueteado con la idea de crear vehículos capaces de recorrer centenas de kilómetros con la única emisión de vapor de agua, la suavidad de un coche eléctrico y, sobre todo, la capacidad de “repostar” en menos de cinco minutos.
BMW, Honda, Toyota, Mercedes…son muchos los fabricantes que han recurrido a esta tecnología. De hecho, en la actualidad, al menos en España, se comercializan dos modelos de hidrógeno: el Toyota Mirai, una berlina de lujo con más de 600 kilómetros de autonomía, y el Hyundai Nexo, un SUV con diseño futurista y más de 500 kilómetros de autonomía.
Ahora es Stellantis, el conglomerado formado entre otros por PSA y FIAT, el que anuncia la llegada de una apasionante tecnología de hidrógeno que, según sus previsiones, estará en el mercado a finales de este mismo año impulsando la familia de vehículos comerciales de tamaño medio de las respectivas marcas.
¿Qué tiene de especial la nueva tecnología de hidrógeno de Stellantis?
Los nuevos vehículos de hidrógeno de Stellantis no son convencionales, sino que utilizan un sistema mixto de pila de hidrógeno y un sistema eléctrico enchufable. Son, por lo tanto, furgonetas híbridas enchufables que sustituyen el motor de combustión por un sistema de célula de combustible alimentada por hidrógeno, siendo por lo tanto un paso intermedio entre los vehículos de hidrógeno 100% y los eléctricos 100%.
Esta tecnología integra una pila de hidrógeno de pequeño tamaño, con 61 CV de potencia, junto con un motor eléctrico de 122 CV alimentado por una batería de iones de litio de 10.5 kWh, conocida ya dentro del grupo PSA y que ya se encarga de alimentar a la mayoría de híbridos enchufables de PSA.
La pila de hidrógeno está alimentada por tres tanques de alta presión con estructura tubular capaces de almacenar 4.4 kg de hidrógeno, que se instalan en el suelo del vehículo, capaces de repostarse en apenas 3 minutos y que impulsa al vehículo una vez iniciada la marcha y a velocidad constante.
En deceleraciones y en los primeros metros de aceleración es el sistema eléctrico el encargado de suministrar energía al vehículo, pudiendo además actuar como extensor de autonomía de emergencia en caso de agotar la autonomía de los tanques de hidrógeno al proporcionar hasta 50 kilómetros de autonomía adicional, recargándose en apenas 3 horas. ¿Será este el futuro del hidrógeno para la automoción?