CAPAZ DE RECORRER 50 KM EN MODO ELÉCTRICO EN CIUDAD
Por fin, nos hemos puesto al volante del nuevo Jeep Wrangler 4xe, la versión PHEV del mítico todoterreno.
Sí, la tecnología híbrida enchufable ha llegado al modelo mítico de Jeep. Ya habíamos probado esta versión en sus hermanosCompass y Renegade, pero la condición de ambos de 'casi' urbanos parecía más lógica. Y es que los tiempos cambian, y con ellos la legislación que afecta, entre otros, al sector automovilístico.
Por eso, y para poder proseguir con su vida de 4x4 por antonomasia, el fabricante de todoterrenos norteamericano ha creado lo que Jeep ha bautizado como Wrangler 4xe, la variante PHEV del icónico todoterreno.
Aunque es una versión muy esperada por los aficionados al 4x4, la nueva propuesta de Jeep, un vehículo que, bajo la premisa de híbrido enchufable, busca convertirse en un coche apto para el mundo urbano no todo el mundo estaba seguro de que esta configuración permitiría al Wrangler (el Jeep de toda la vida) mantener sus cualidades off-road intactas.
Al final, y ahora lo veremos, se ha conseguido un vehículo que combina lo mejor de los coches eléctricos con las capacidades indiscutibles de un modelo que es santo y seña mundial fuera del asfalto. Además, se convierte en la versión más potente del Wrangler en España con sus más de 380 CV de potencia combinada.
Es el camino que han seguido y están siguiendo los fabricantes de todoterreno como Jeep, que van desprendiéndose poco a poco de motores diésel de enorme par o propulsores gasolina de gran cilindrada para sustituir aquellos por motorizaciones de igual o mayor potencia, pero que encajan en la tendencia -legislación incluida- de la protección del medioambiente.
Misma estética que el resto de la gama
Lo cierto es que el Wrangler 4xe cambia más bien poco respecto al Wrangler convencional, manteniendo intacta su diseño de todoterreno puro y duro. Su esencia de híbrido enchufable la desvelan diferentes detalles en azul, las insignias específicas de esta versión y, por supuesto, la toma de carga situada en el lateral delantero izquierdo.
En el habitáculo sucede algo similar, donde los principales cambios se aprecian en una botonera colocada a la izquierda del volante para seleccionar entre modo híbrido o 100% eléctrico; un cuadro de mandos en el que encontramos información sobre el apartado híbrido y un potenciómetro.
La otra buena noticia es que está disponible tanto en versión Sahara (unidad de prueba) como Rubicon, así que podemos tener los diferenciales bloqueables delantero y trasero y la estabilizadora desconectable. Nuestra unidad, como decimos, era un Wrangler 4xe Sahara, probablemente la versión más sensata y recomendable para esta variante enchufable.
Lo es porque no monta los ruidosos y específicos neumáticos para uso offroad, ahorramos 1.900 euros de precio base, son 68.900 euros el 4xe Sahara, y mejoramos el comportamiento en carretera y ciudad al llevar neumáticos más versátiles.
Así se desenvuelve el Wrangler 4xe en todos los terrenos
Pero ya basta de rodeos, vamos directamente al quid de la cuestión: cómo va el nuevo Jeep Wrangler 4xe. Recurre a un motor de 2.0 litros y cuatro cilindros sobrealimentado por turbo y a dos propulsores eléctricos -uno situado en la propia caja de cambios y otro en el eje posterior- para producir un total de 381 CV y 637 Nm de par.
Para gestionar toda esta potencia, Jeep ha apostado por una caja de cambios ZF de ocho relaciones de tipo convertidor de par. No es el colmo de la rápidez, pero tampoco lo pide un vehículo así. Además, mediante el cambio secuencial podemos mejorar sus reacciones en cualquier momento o circunstancia.
El 4x4 híbrido es capaz de firmar un 0 a 100 en 6,4 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada a 177 km/h. Ojo, porque esta formidable aceleración no le convierte en un deportivo ya que no está pensado ni diseñado como tal.
En autopista una dirección pensada en clave off-road obliga a corregir continuamente por sensible, y frenar con tiempo porque las inercias del conjunto están ahí. Vamos que no estamos ante un comportamiento de turismo que sí apreciamos en la mayoría de SUVs y en todos los crossovers.
Esto no quiere decir que hablemos de un coche incómodo, aunque es fácil percibir algún ruido aerodinámico por su diseño único, y 'cuadrado'. Además, como ya comentamos, la dirección es poco comunicativa y bastante desmultiplicada.
En carreteras convencionales, se acentúan lógicamente un poco más los balanceos de la carrocería en zonas reviradas. Pero es que al fin y al cabo el Jeep Wrangler 4xe sigue siendo en esencia lo que se supone que lleva siendo desde su nacimiento: un todoterreno. Esto implica los peros citados sobre asfalto, pero unas capacidades fuera de él inalcanzables para la mayoría de la competencia.
Y es que Jeep mantiene intacto en esta versión el tradicional esquema del Wrangler, ofreciendo igualmente reductora, bloqueo de diferenciales delantero y trasero, el bloqueo eléctrico de ambos ejes o la desconexión de la estabilizadora delantera, entre otros sistemas. Aunque en la ciudad cuenta cuenta con una batería de iones de litio de 17,3 kW de potencia capaz de garantizar 50 kilómetros de autonomía en el mundo urbano y sobre 44 en un uso mixto, sigue siendo un todoterreno.
Otro aspecto a tener en cuenta es que pese a la etiqueta CERO en el limpiaparabrisas y a esta capacidad para abordar el corazón de grandes núcleos urbanos sin emitir CO2, el Wrangler es un vehículo grande. La gran visibilidad o las diferentes ayudas al estacionamiento no nos evitarán sufrir en algunas calles o maniobrar con el 4x4 americano.
Para qué sirve un 4x4 híbrido enchufable como éste
Con el diésel fuera de juego, el Jeep Wrangler tan solo se ofrece con la mecánica 4xe y con la gasolina alimentada por el mismo cuatro cilindros turbo. Si seguimos adelante con el PHEV debemos saber que hay tres acabados disponibles para este: Sahara, Rubicon y 80th Anniversary, dejando el Sport para la variante de combustión.
El Jeep Wrangler 4xe merece la pena si contamos con un cargador en casa -como PHEV-, somos asiduos visitantes del campo o rutas off-road -como Todoterreno- y de vez en cuando necesitamos acceder a la ciudad o recorrer vías interurbanas -etiqueta CERO-, la respuesta es sí, este es vuestro coche. Pero si la estética -espectacular- de este coche y/o siempre has soñado con conducir un Jeep, olvida todo lo anterior. Teniendo donde enchufarlo, aunque sea en una toma doméstica y la tarifa nocturna, puedes obtener consumos combinados próximos a un diésel.
Precio: desde 68.900€.