ESTRELLA EN GOODWOOD

Nos ha hecho esperar, pero este es el abrumador sonido del Mercedes-AMG One

Mercedes-AMG aprovechó la celebración de su 55 aniversario haciendo rodar a su nuevo hiperdeportivo en Goodwood

Mercedes-AMG One en GoodwoodMercedes-Benz

¿Cómo se podría celebrar por todo lo alto una efeméride como son los 55 año de la creación de AMG? Mercedes-Benz había estado cocinando la respuesta a esta pregunta durante los últimos meses, a fuego lento, con todo el mismo que supone la creación de tu primer hiperdeportivo de nueva generación, pero a su vez, también con toda la responsabilidad que supone un proyecto de estas características. No lo llames Project One, llámalo Mercedes-AMG One.

La firma de la estrella eligió precisamente el Festival de la Velocidad de Goodwood para mostrar por primera vez públicamente su nueva creación, permitiendo a su vez que todos los presentes en los terrenos del Lord March pudieran apreciar la sinfonía que emana de su motor V6 turbo de 1.6 litros directamente heredado de la Fórmula 1.

Apoyado por la parte híbrida, el Mercedes-AMG One se catapultó en cada una de sus pasadas de exhibición a toda velocidad entre el estrecho sendero de asfalto escoltado por hierba, muros y balas de paja. Se desconoce si estaba a disposición del piloto los más de 1.000 CV de potencia, pero no estaba oculto para nadie las capacidades del nuevo deportivo de los de Affalterbach, haciendo que una vez más se hayan hecho cortas las 275 unidades que inicialmente han sido programadas para su producción y, de las cuales, la totalidad ya tiene dueño.

El Mercedes-AMG One fue estrella en Goodwood | Mercedes-Benz

También se pudieron ver en acción los elementos aerodinámicos móviles, entre ellas las aletas de los pasos de rueda delanteros y el alerón trasero con DRS incorporados, todos ellos diseñados y programados para hacer aún más efectivo al Mercedes-AMG One cuando se encuentra realizando una conducción deportiva. Más de uno no pudo soportar la tentación de taparse los oídos para no escuchar el bramido a las 11.000 rpm del propulsor, aunque a todos se les dibujó una sonrisa al escucharlo a ralentí.

Precisamente este fue uno de los puntos más conflictivos del desarrollo, ya que tal y como aseguraba el exjefe de Mercedes-AMG, Tobias Moers, el mayor desafío fue lograr que el motor funcionara en ralentí lo suficientemente bajo y produjera emisiones lo suficientemente bajas al hacerlo para así cumplir con las normativas más restrictivas. Por el momento, no habrá posibilidad de comparar tiempos, ya que "oportunamente", el piloto en cuestión decidió pararse para mostrar cómo variaban los reglajes cuando se cambiaba a modo Race.