Varios miles de coches al año
Koenigsegg produce actualmente apenas unas decenas de coches al año, pero quiere aumentar exponencialmente su cifra para convertirse en rival de Ferrari.
Koenigsegg tiene poco más de dos décadas de vida, y desde que comenzase a fabricar superdeportivos apenas han construido (todos a mano) 200 coches. La marca sueca es, sin duda, uno de los fabricantes más exclusivos a día de hoy pero quiere darle un giro drástico a esa situación. En una entrevista concedida a Bloomberg, el fundador de la compañía, Christian von Koenigsegg, aseguró que su compañía estará fabricando cientos de coches anualmente para el 2022. Desde ahí, el plan es ir incrementando la cifra hasta alcanzar los cuatro dígitos de coches producidos al año.
Para conseguirlo, Koenigsegg tendrá -entre otras cosas- que diversificar su gama, con modelos más asequibles que los actuales (cuyo precio final no suele bajar nunca de 2 millones de euros). De hecho, los suecos ya han confirmado que trabajan en un modelo 'de acceso a gama' que rondará el millón de dólares y que será el primer escalón hacia una producción de varios centenares de coches al año. No han comentado nada de sus especificaciones, aunque todo apunta a una tren motriz híbrido con motor de combustión 'Freevalve'.
Aún así, un millón de dólares sigue siendo un precio demasiado caro como para popularizar un modelo hasta las miles de unidades. Por eso es más que probable que Koenigsegg, y aunque Christian no se pronunció al respecto, acabe desarrollando un superdeportivo que rivalice con los sucesores de los Ferrari 488 GTB, Lamborghini Huracán y McLaren 720S. Un coche también de altísimas prestaciones cuyo proceso de fabricación debería abandonar en buena parte la artesanía para poder ser rentable en el entorno de los 350.000 euros.
Para poner en perspectiva los objetivos de Koenigsegg, sirvan unas cifras: los suecos fabrican actualmente una docena de coches al año; McLaren y Lamborghini vendieron 4.800 y 5.750 coches respectivamente durante 2018. Ferrari, por su parte, el objetivo a batir a largo plazo, se movió en torno a las 9.000 unidades. Lo más lógico, por tanto, es pensar que a Koenigsegg le espera un duro trabajo que en el medio-largo plazo acabará, probablemente, en la parte baja de los miles de unidades y no alcanzando tan fácilmente a Ferrari.