UN RESTOMOD BASADO EN EL LAMBORGHINI DIABLO ORIGINAL
Cuenta con numerosas mejoras, tanto más potencia y par como dirección asistida y refuerzos en el chasis para mejorar su conducción
Aunque tenga título de coche inventado de la saga Grand Theft Auto, este coche es 100% real. Se trata del Eccentrica V12, un restomod basado en la iteración original del Lamborghini Diablo producido entre 1991 y 1994, uno de los grandes superdeportivos más icónicos de la década de los noventa. Respeta claramente las líneas originales que trazó Marcello Gandini, aunque con cambios que facilitan la vida a los conductores de esta verdadera bestia de las cuatro ruedas.
De entrada tenemos un diseño sencillo, sin los alerones de los últimos Diablo (como el GT, la versión ‘definitiva’ del Diablo) y sin el parachoques trasero que sobresalía por debajo de los pilotos traseros. Se mantiene el capó con las rendijas y los faros siguen siendo escamoteables, aunque con una forma más similar al Diablo post restyling, que utilizaba los pilotos delanteros tomados directamente del Nissan 300ZX Z32. Estos paneles son de fibra de carbono, al contrario que los originales que eran de aleación de aluminio.
Debajo del capó encontramos el mismo motor 5.7 V12 puro de Lamborghini con el mismo diámetro/carrera, pero con la potencia elevada a 550 CV y 660 Nm de par motor, lo que le ayuda a elevar su velocidad máxima a 335 kilómetros por hora en lugar de los 325 km/h del modelo original. Al igual que los primeros Diablo, es un tracción trasera, pues los de tracción total llegaron más adelante. Entre otros cambios, se añade una centralita electrónica completamente nueva que permite modificar el mapa motor gracias a un dial en el cuadro de mandos, el cual también se actualiza por completo.
En lugar de utilizar una caja de cambios manual de cinco velocidades, el Eccentrica V12 utiliza una caja de cambios de seis marchas con una relación más corta para poder disfrutar aún más de las sensaciones de conducción de un superdeportivo tan icónico. También se han mejorado los frenos, con discos de 380 milímetros delante y 345 milímetros detrás, utilizando pinzas Brembo de seis pistones delante y de cuatro detrás. El uso de amortiguadores semiactivos también ayuda a mejorar el manejo de este restomod tan especial para los que recordamos con cariño la década de los noventa.
Otros cambios destacados son el uso de nuevos árboles de levas, el rediseño de la inyección de combustible o el hecho de que ahora incorpora dirección asistida, cosa que no tenían los primeros Diablo. Las medidas cambian ligeramente: mide 4,437 metros de largo, 2,143 metros de ancho y 1,114 de alto, de manera que es 23 milímetros más corto, 103 más ancho y unos 9 milímetros más ancho. También se aumenta la distancia entre ejes en 15 milímetros hasta los 2,665 metros de manera que se gana estabilidad en curvas medias y rápidas. El reparto de pesos se mantiene en 41% delante y 59% detrás y, mediante el uso de fibra de carbono, se trata de bajar de los poco más de 1.600 kilogramos en vacío del Diablo original.
Por supuesto, algo tan maravilloso tiene también sus peros. El precio del restomod se añade al hecho de que hay que entregar un Diablo como donante - hablamos de un coche que suele rondar los 400.000 o 500.000 euros en subastas o ventas. En segundo lugar, ha de ser una de las 900 unidades de los Diablo que se fabricaron entre 1991 y 1994.