ÚLTIMAS 250 UNIDADES
El deportivo estadounidense está cada vez más cerca de llegar a las 1.350 unidades ensambladas
La industria automotriz está buscando superdeportivos. Con los cambios que están derivando la electrificación de las compañías, muchas marcas han optado por retrasar la llegada de sus próximos estandartes en materia de deportividad. Esto se ha podido apreciar especialmente en fabricantes como McLaren, Ferrari o Porsche, que todavía no han definido los que deberían ser los relevos de los P1, LaFerrari o 918 tras una década desde el inicio de producción de estos últimos, mientras que Mercedes-AMG y Aston Martin no han terminado de lanzar a sus respectivos Project One y Valkyrie.
En el caso de Ford, más que en el recambio les está tocando pensar en la despedida. El Ford GT está muy cerca de llegar al final de su producción tal y como aseguró un portavoz de la compañía del ovalo recientemente. Jiyan Cadiz aseguró en el marco del Auto Show de Chicago a las preguntas de Motor Authority, que el deportivo estadounidense cesará en principio su producción cuando Multimatic complete el próximo mes de diciembre las 1.350 unidades que estaban inicialmente programadas para su ensamblado.
El preparador canadiense, socio en las carreras de la división deportiva de Ford, será por tanto la encargada de poner el broche de oro en los próximos meses a este popular modelo que rendía tributo tanto al Ford GT40 de la década de los sesenta, como a su heredero del Siglo XXI. Con la unidad número 1.100 salida recientemente de los talleres, apenas restan 250 más para completar las previsiones, por lo que queda la duda acerca de cuántas ediciones especiales veremos del Ford GT en los próximos meses para darle tan merecida despedida.
La última en presentarse fue precisamente la semana pasada. Con una flamante carrocería roja con bandas doradas, la Alan Mann Heritage Edition se lanzó en homenaje al carrocero que ayudó a la hora de crear carrocerías de aluminio más ligeras para el GT40 original que compitió en resistencia, especialmente en el MKI de bloque pequeño y el MKII de bloque grande, el mismo que ganó con triplete las 24 Horas de Le Mans en 1966.
Por el momento, también tendremos que esperar para ver una siguiente generación de deportivos en el caso de Ford, en este caso seguramente bajo una mecánica híbrida aprovechando seguramente los conocimientos que consigan recabar tanto en el Mundial de Rallies como en los posibles futuros electrificados de categorías como NASCAR o Supercars en Australia. Hasta entonces, el Ford Mustang se queda una vez más sólo como gran estandarte de deportividad de los de Detroit.