Imagina poder correr a toda velocidad por un circuito completamente helado y a temperaturas muy por debajo de cero. Cerca del Círculo Polar Ártico existen numerosas pistas donde los fabricantes de coches realizan ensayos y pruebas de conducción, pero lo que
resulta difícil de creer es que cerca del Polo Norte existan réplicas de circuitos como Silverstone. Hoy os traemos la prueba de que estos circuitos no sólo son reales, sino que son aún más espectaculares que los trazados reales, más aún cuando tu vehículo de pruebas es todo un
Range Rover Sport SVR de 550 CV.
El emplazamiento resulta único pos sus características y es que hablamos de
un lago helado en el que se ha trabajado para emular el trazado del circuito de Silverstone. El lago, denominado Udjaur, está presente en Laponia y se ha convertido en
uno de los enclaves favoritos para realizar cursos de conducción sobre superficies heladas. Durante gran parte del año se realizan allí diferentes experiencias de conducción con la práctica totalidad de fabricantes realizando allí sus pruebas privadas de desarrollo.
El motor 5.0 V8 sobrealimentado por compresor volumétrico del Range Rover Sport alcanza los
550 CV de potencia máxima. Junto a este propulsor, el Range Rover Sport SVR instala un nuevo cambio automático por convertidor de par con ocho relaciones firmado por ZF, encargado de distribuir los
680 Nm de par motor a las cuatro ruedas de forma permanente. Con esta configuración, el SVR cuenta con una velocidad máxima limitada electrónicamente hasta los
260 Km/h, y una aceleración de
0-100 Km/h en 4,7 segundos. Uno de los aspectos más interesantes del Range Rover Sport SVR es que su desarrollo y puesta a punto se realizó en el circuito de Nürburgring, donde consiguió un tiempo de 8 minutos y 14 segundos convirtiéndose así en uno de los SUV más rápidos del trazado y demostrando que estas carrocerías son muy capaces tanto fuera, como dentro de asfalto.