Tras descartar la posibilidad de ver un superdeportivo desarrollado por Mercedes-AMG ubicado por encima del Mercedes-AMG GT, el CEO de la filial más deportiva de Mercedes - Tobias Moers - ha confirmado la
intención de seguir evolucionando los propulsores V12 de la marca,
incrementar sensiblemente sus cifras y diseñar un sistema de tracción integral compatible con estas mecánicas para así plantar cara a Bentley en una de sus características más reseñables. Dado el aumento de prestaciones y la escalada de potencia que están sufriendo las nuevas generaciones de deportivos, cada vez se cuestiona más la idea de emplear únicamente sistemas de propulsión. Los avances en la electrónica han permitido controlar centenares de caballos desbocados sobre el tren posterior, sin embargo
parece inevitable que los fabricantes tarde o temprano decidan recurrir a los sistemas de tracción total para garantizar un mayor control.
Bentley es en la actualidad el único fabricante que combina motores de doce cilindros en posición delantera y tracción total permanente a través de un único diferencial central. Este concepto ha sido posible gracias al compacto tamaño que ofrece la configuración de propulsores W12, pero
en el caso de los V12 como los que instala Mercedes-AMG, siempre se ha descartado la idea por la complejidad y necesidad de espacio que exige instalar un grupo de reenvío hacia al tren delantero. Sí que es cierto que, a día de hoy, existen recursos y tecnología suficiente como para innovar y desarrollar un sistema de tracción total independiente con sistemas como el que instala el Ferrari FF. Sea como fuere, parece que
en Mercedes-AMG tienen un objetivo muy claro, y ese es seguir mejorando sus propulsores V12 para mantener con vida uno de sus máximos referentes en prestaciones e historia.