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Renault RS01: nacido para correr... en circuito

Renault RS01: nacido para correr... en circuito

RENAULT ANTENA 3Centímetros Cúbicos

Todos tenemos un lado oculto. Una cara que sólo mostramos en algunas ocasiones, ésas que merecen lo mejor de nosotros mismos. Un rasgo que recuerda su fuerza cuando aparece. Así ocurre con Renault: su división Sport es capaz de crear máquinas como este RS01. Su padrino es nada menos que el expiloto de Fórmula Uno Alain Prost, ganador de cuatro campeonatos mundiales de la especialidad. Él fue el encargado de conducirlo en el Circuito de Jerez, en sus primeras vueltas ante el público. Bacquets, arneses, instrumentación, secuencial… Estar a los mandos de esta criatura tan afilada supone una responsabilidad que se siente en cada músculo. Y a la vez, todo nos pide pisar el acelerador, ya que en su interior cualquier detalle habla de velocidad. Busca la competición. Un objetivo tan específico requiere unas medidas de seguridad especiales, unas normas que hay que cumplir para salir a la pista con la certeza de aprovechar todo el potencial de un vehículo que nos reta. Dentro no hay concesiones. Hay que pensar rápido para estar a la altura de lo que exige el coche. Lo mejor es que da mucha confianza. Y el morro se inscribe muy bien en las curvas. El motor V6 atrona nuestros oídos pidiendos claramente que le dejemos enseñar sus poderes: su fuerza es digna de un súper héroe de cómic. Los frenos son ese villano que detiene casi en seco un vehículo lanzado con toda la rabia de sus más de 500 CV. Es una gozada rodar con él por el circuito, sobre todo en las zonas rápidas. Se come las rectas a una velocidad vertiginosa. El motor tiene muchos bajos, aunque se estira poco para ser un coche de pista. Espectacular. Este Renault es inagotable, no desfallece nunca; puede superar la cifra psicológica de los 300 km/h. Pero la sensación que predomina es la de estabilidad, un alto nivel de agarre gracias a la aerodinámica. Renault prometió que el RS01 estaría muy cerca del mundo de los concept cars. No bromeaba: sólo hay que fijarse en su exterior, con unas formas casi líquidas. Su diseño es tan emocional que podría estar en un museo. Tan bien pensado que sería ejemplo en una clase de ingeniería. Tan agresivo que no se concibe fuera de las carreras. No se parece a nada que aparezca en tu mente cuando piensas en Renault. Sin embargo, no deja de resultar familiar. Podemos entrever alguno de los rasgos de la marca, detalles que nos recuerdan que, en cierto modo, el RS01 tiene lazos con lo terrenal. Aunque su cara normal sea la del súper héroe.