El ha estado en producción durante algo más de una década en la cual se han fabricado 450 coches en total. De esos 450, tres centenares han sido con carrocería coupé (techo cerrado) y el resto han sido la versión descapotable, las denominadas Grand Sport (1001 CV de potencia) y Vitesse (1200 CV). Ahora va a salir a subasta un Veyron, pero no uno cualquiera: es
la última unidad fabricada de entre los 300 coupés, un Bugatti Veyron Super Sport con motor W16 de 8 litros de cilindrada, cuatro turbos y 1200 CV.
La unidad que saldrá a subasta es la última de los 300 coupés y, por ende,
el último de los 48 Veyron Super Sport fabricados. Una versión que se distingue del Veyron 16.4 por el aumento de potencia hasta los
1200 CV, la pérdida de algunos kilos y algunos cambios en la aerodinámica. Con todo, el Veyron Super Sport alcanza una velocidad punta de
413 Km/h y acelera de 0 a 100 Km/h en 2,5 segundos. Es además una de las sólo ocho unidades que llegaron al mercado estadounidense y desde que salió de la fábrica
ha recorrido sólo 644 kilómetros, de los cuales 400 los hizo la propia marca para las pruebas finales del vehículo antes de entregarlo al cliente.
Para añadirle galones al currículum de esta unidad, fue la que se expuso en el Salón de Ginebra de 2015 junto al primer Veyron que salió de la fábrica. En el interior, presidido por
piel, Alcántara y fibra de carbono de color negro, hay inscripciones bordadas que hacen referencia al chasis nº 300, al igual que en la correspondiente placa con el número especial de este chasis y la unidad (la sexta) destinada a Estados Unidos. El vehículo saldrá a subasta el próximo enero y se estima que pueda alcanzar los 2,5 millones de euros.