Cavaleiro desequilibra un partido casi de pretemporada en la jornada 17

El equipo vasco acusó las importantes bajas con las que llegó a Riazor y se alejó un poco más de su objetivo de volver a Europa ante un rival que recibió el nuevo año con el oxígeno de tres puntos (cuarta victoria de la temporada, segunda consecutiva en Riazor) que ratifican a Víctor Fernández en el banquillo y alejan al equipo de la zona pantanosa.

La vuelta de los Riazor Blues a Riazor después de tres encuentros de ausencia tras el fallecimiento de Jimmy, el hincha que perdió la vida en una reyerta entre los ultras coruñeses y el Frente Atlético en noviembre, distrajo la atención durante el cuarto de hora que estuvieron en el campo, hasta que decidieron abandonar sus localidades tras recibir silbidos a sus cánticos.

En ese tiempo, Athletic y Deportivo se contagiaron en el césped del desconcierto de la grada, donde los ultras dieron la espalda diez minutos a su equipo. Se perdieron un disparo de Unai López que atajó Fabricio y dos fueras de juego inexistentes, uno dudoso de Toché que acabó en el fondo de la red con la jugada ya anulada, y otro de Viguera, que se plantó solo delante de Fabricio y no pudo batirle.

A los errores arbitrales les sucedieron los de los futbolistas, como un mal control de Iraizoz que estuvo a punto de aprovechar el argentino Fariña, o un pésimo despeje de Pablo Insua al que correspondió Viguera, titular por las bajas del Athletic en ataque y negado en el área.

Sí acertó, a los 24 minutos, ya sin los ultras en el campo, el portugués Ivan Cavaleiro, que convirtió ante Iraizoz tras haber recibido en el área un despeje de Álex Bergantiños que superó a la zaga vasca por arriba y se convirtió en asistencia. Juan Domínguez perdonó el segundo del Deportivo a pase de Juanfran y la peor noticia para el equipo coruñés antes del descanso fue la lesión del argentino Luis Fariña, porque, en el césped, Viguera volvió a encontrarse con Fabricio y el conjunto coruñés mantuvo su ventaja.

El Athletic, inocente en ataque sin Muniain ni Aduriz, intentó reaccionar con Iraola por Susaeta en el inicio del segundo tiempo, pero le siguió faltando puntería en el remate a pesar de que el Deportivo le dio facilidades. Ernesto Valverde impulsó a su equipo con la entrada de Iñaki Williams en los últimos quince minutos, en los que el panorama poco cambió porque el Athletic falló otra ocasión clara con un tibio cabezazo de De Marcos a centro de Balenziaga, y el Deportivo hizo lo propio en un mano a mano de Juan Domínguez.

El Athletic dispuso de más oportunidades para llevarse un punto de Riazor, pero fracasó en el intento porque Williams no acertó de cabeza y Fabricio atajó con una excepcional estirada un remate en plancha de Balenziaga cuando el partido expiraba.