La IA desbocada

2024, el año en que la IA se convirtió en una herramienta clave: de transformar la ciencia y el arte a salvar vidas

¿Por qué es importante? La IA revolucionó la ciencia, destacándose en los premios Nobel 2024, y aunque aún no cura enfermedades, se ha convertido en un aliado crucial en medicina al salvar vidas. Sin embargo, plantea desafíos éticos, sociales y ambientales que requieren nuestra atención.

El 2023 marcó el inicio de una era de descubrimientos impulsados por la Inteligencia Artificial (IA), pero este 2024 que despedimos se consolidó como el año en que esta tecnología se integró plenamente como una herramienta esencial en la vida laboral y cotidiana. La gran pregunta sigue siendo: ¿qué nos depara el futuro? Su impacto social, político y medioambiental se ha vuelto ineludible.

La IA ha demostrado ser una fuente de creatividad sin límites, generando videos imposibles, dando vida a cuadros clásicos y componiendo canciones en cuestión de segundos. Pero más allá del entretenimiento, ha sido un motor de innovación en el ámbito científico. Aunque aún no cura enfermedades, los avances en su uso en hospitales están salvando vidas.

"Ya se ha utilizado en hospitales para detectar pequeños signos de cáncer que habían pasado desapercibidos", afirma Adrián, experto en ciberseguridad e IA.

El impacto de la IA quedó reflejado en los premios Nobel de este año. Tanto el de Física como el de Química fueron otorgados a descubrimientos realizados con su ayuda. Además, el mundo fue testigo de un hecho sin precedentes: el primer candidato virtual de la historia se presentó a las elecciones generales del Reino Unido.

Por otro lado, la Unión Europea aprobó la primera ley específica para regular la IA, un marco legal necesario para contener la fuerza de las grandes tecnológicas y mitigar el impacto ambiental de estas herramientas. Un dato preocupante revela que Internet ya representa el 25% de las emisiones globales contaminantes, un porcentaje que crece con el auge de la IA.

La IA no solo transforma industrias; también moldea la sociedad. Con algoritmos que reflejan los sesgos humanos, las preocupaciones por su influencia se han intensificado. "Algoritmos creados a través de pensamientos humanos pueden discriminar, ser racistas o sexistas", advierte Carlos, comisionado de la Comisión Interamericana de DD.HH.

Este año también vimos el nacimiento de inteligencias artificiales deshumanizantes, como la propuesta de Elon Musk en la red social X, marcando un antes y un después en la interacción digital.

El futuro digital ya no es ciencia ficción. Es una realidad que crece a velocidades vertiginosas, prometiendo avances y desafíos. 2024 se recordará como el año en que la Inteligencia Artificial no solo formó parte de nuestro presente, sino que comenzó a esculpir nuestro futuro.