Claves para hacerlo

Aprende a cuidar bien tu pelo en verano para fortalecerlo y evitar su caída

Son muchas las personas que han experimentado durante estos meses una caída mayor del cabello y los expertos apuntan a que se puede tratar de uno de los posibles efectos post-COVID. Además, durante el verano el cabello es expuesto al sol, el cloro... que pueden agravar el problema. Aprender a cuidarlo es fundamental para mantenerlo sano y fuerte.

El calor y el sol, además de la contaminación y otras agresiones externas, pueden dañar el cabello y cuero cabelludo. Además, el estrés vivido por el confinamiento y que uno de los posibles efectos del COVID es la caída abrupta del cabello hacen que este verano sea imprescindible más que nunca crear una correcta rutina de lavado, de forma que podamos proteger y reparar nuestro pelo.

El doctor Javier Pedraz, director médico de la clínica Insparya de Madrid, explica las claves para que el lavado del cabello sea lo más eficaz posible.

Usar el champú indicado para el tipo de cabello: esto puede parecer una obviedad, pero es importante saber cuáles son las necesidades del cabello y adecuar el tratamiento a estas. No es lo mismo usar un champú de uso regular como uno de tratamiento de alguna sintomatología como caspa, grasa, irritación o caída.

Huir de los componentes químicos: es importante evitar los componentes químicos y sulfatos de los champús, especialmente si se tiene el cabello castigado y débil. Es conveniente utilizar champús con ingredientes naturales, que dañan menos el cabello.

Eliminar bien el cloro y la sal: el agua de la piscina o el agua del mar pueden dejar residuos que es necesario retirar del pelo. Por ello es necesario que el cabello quede bien limpio después de un baño en el mar o la piscina.

Evitar irse a dormir con el pelo mojado: aunque el verano es el momento perfecto para dejar secar el pelo al aire sin necesidad de secador, es importante irse a la cama con el pelo seco, ya que la humedad puede favorecer la aparición de hongos que acaben derivando en caspa.

Aclarar bien el pelo: es importante eliminar bien cualquier resto de champú del cabello. Es importante aclarar con insistencia.

Lavarlo a diario: al igual que la piel, el cuero cabelludo y el pelo en verano están más expuestos a la suciedad, sudor y contaminación, por lo que es necesario lavar el cabello a diario.

Usar movimientos circulares, con la yema de los dedos: hay que tener en cuenta que no es necesario frotar en exceso el cuero cabelludo. Con un suave masaje con las yemas de los dedos es suficiente. Es importante no usar las uñas, ya que nos podemos arañar el cuero cabelludo e incluso arrancar cabellos. El masaje debe durar unos dos minutos.

Dejar el champú varios minutos: Para que los ingredientes del champú y sus propiedades puedan ser absorbidos por el cabello y cuero cabelludo, es necesario aplicar el champú y dejarlo durante unos cinco minutos antes de aclararlo.

Evitar usar agua caliente: Este consejo sirve durante todo el año. El agua caliente abre los poros y puede dañar al cabello. Es importante que el pelo se lave con agua tibia, de esta forma, los poros permanecerán cerrados y, además, el cabello tendrá más brillo.

Regenerar y estimular el crecimiento

Si necesitas ayuda para hacer frente a la caída del cabello, puedes optar por un tratamiento específico. La doctora María Rosa García Maroto, directora médica de Clinique La Prairie Madrid, reconoce que, tras lo vivido en los últimos meses por el COVID, “se ha producido un aumento considerable de las consultas de pacientes preocupados por una caída excesiva del cabello”.

Para la doctora, “el tratamiento más efectivo para mejorar y activar el crecimiento del cabello consiste en infiltraciones de plasma rico en plaquetas fusionado con ácido hialurónico para aumentar su efectividad”.

Este tratamiento “permite aislar y utilizar los factores de crecimiento presentes en la sangre del propio paciente para frenar la caída del cabello y potenciar, acelerar y estimular la regeneración de los tejidos.

Al mezclarlo con ácido hialurónico, se mejora, además, la hidratación del cuero cabelludo y el cabello crece más sano”, añade la doctora García Maroto.

Con este procedimiento se consigue un aumento tanto del espesor del cabello como del número de folículos pilosos, así como una activación de los vasos sanguíneos y de colágeno alrededor de esos folículos. Todo esto se traduce en una disminución de la caída del cabello, mayor espesor, mayor volumen y un fortalecimiento desde la raíz

laSexta/ Noticias/ Ciencia y tecnología