Lanzada con éxito

Así funciona la nave 'Proba-3' de la ESA, capaz de crear eclipses artificiales

¿Por qué es importante? Esto permitirá a los científicos estudiar la corona del Sol sin interferencias de su disco brillante, proporcionando información valiosa sobre la actividad solar y su impacto en el clima espacial.

Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA)Agencia EFE

La nave Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha despegado a bordo del cohete indio PSLV-C59 desde el Centro Espacial Satish Dhawan de Sriharikta de la India, consiguiendo con éxito el lanzamiento de la misión que pretende estudiar la corona del Sol, más cerca que nunca del borde solar.

El despegue del cohete PSLV-C59, que llevaba a bordo los satélites de la ESA, tuvo lugar a las 16:04 hora local (10:34 GMT), tal como estaba previsto, según ha mostrado en directo durante la cuenta atrás la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), encargada del lanzamiento.

"¡Despegue logrado!", ha informado ISRO que ha celebrado esto como "un momento de orgullo que celebra la sinergia de la colaboración internacional y los logros espaciales de la India", en un mensaje en X.

La India está a cargo del lanzamiento, dentro del vehículo PSLV-C59, como una misión comercial dedicada de NewSpace India Limited (NSIL), el brazo comercial de ISRO.

La misión, que tiene como objetivo demostrar una tecnología avanzada de vuelo en formación utilizando dos satélites, ha conseguido tener éxito en su segundo lanzamiento. En este momento los dos pequeños satélites debían separarse, y comenzar el inédito vuelo.

Al trabajar en tándem, estos satélites crearán eclipses solares artificiales, lo que permitirá a los científicos estudiar la corona del Sol sin interferencias de su disco brillante.

Los dos satélites Proba-3 se colocarán en una órbita altamente elíptica, que oscilará entre los 600 kilómetros y los 60.530 kilómetros sobre la Tierra. Esta trayectoria única permitirá realizar observaciones prolongadas de los fenómenos solares durante hasta seis horas seguidas.

La formación precisa de vuelo requerida para esta misión no tiene precedentes y proporcionará información valiosa sobre la actividad solar y su impacto en el clima espacial.

¿Para qué sirve Proba-3?

Las dificultad principal de estudiar esta región del Sol es su elevado brillo. Los dos instrumentos aeroespaciales que componen Proba-3, Coronagraph y Occulter, podrán crear eclipses artificiales de varias horas que permitirán estudios prolongados del Sol.

Según la ESA, la corona solar es más de un millón de grados más caliente que el Sol, y Proba-3 permitirá conocer mejor las eyecciones de masa coronal o las tormentas solares que pueden afectar al funcionamiento de satélites, redes de comunicación y de energía en la Tierra.

"Si la luz del Sol no está bloqueada, cualquier telescopio de observación queda cegado por esta luz y no puede ver la corona, como si se intentara ver una luciérnaga junto a una hoguera", explica la ESA.

¿Cómo funciona la misión?

Para replicar los eclipses, Proba-3 cuenta con dos satélites, Coronograph Spacefraft, que cumplirá las funciones de telescopio, y Occulter Spacecraft, que actuará como un obturador lumínico entre la primera nave y el Sol.

La misión prevé que los satélites efectúen esta simulación en un centenar de ocasiones en los dos años de vida útil de la misión- las dos aeronaves tendrán que volar en formación de manera autónoma.

Este complejo y pionero sistema de maniobras de vuelo espacial requiere de sistemas de sensores de posicionamiento que deberán funcionar con una exactitud milimétrica para que ninguna discrepancia impida su operación coordinada.

¿Por qué despegó desde la India?

Las misiones de la ESA parten habitualmente desde el puerto espacial europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, pero ciertas especificidades técnicas de esta misión y su elevado coste están detrás de la elección de la India, pujante potencia espacial, como lugar de lanzamiento de su última misión.

"Se eligió el lanzador PSLV-XL de la India porque la elevación necesaria para colocar los satélites Proba-3 combinados -que pesan 550 kg- en su órbita altamente elíptica deseada supera la capacidad del lanzador Vega-C de la ESA, mientras que Ariane 6 sería demasiado costoso para una misión de demostración de tecnología con un presupuesto limitado", según la agencia europea.

El coste de la Proba-3, que despegó con éxito este jueves, es de 200 millones de euros, de los cuales 30 millones se corresponden con el coste del lanzamiento, 15 millones con el de las operaciones y estaciones terrestres, otros 15 con el desarrollo de operaciones de carga útil científica, y la mayoría, 140 millones, con la adquisición de las naves y el desarrollo de las tecnologías necesarias para completar la misión.

Los principales contribuyentes de la misión son España, que asume un 38% del coste de la misión; Bélgica, un 34%; Polonia y Rumanía, con un 4% respectivamente, y Austria, Luxemburgo, Suiza y el Reino Unido, con un 3% del coste cada uno.