SEGÚN LOS ANÁLISIS DE SUS HUESOS Y SU ADN
Descubren que Tutankamón sufría desajustes hormonales
Tutankamón no murió asesinado, le mató su genética. Es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores después de analizar los huesos y el ADN del faraón. Esta mala genética le provocó la muerte a los 19 años.
Tutankamón era fruto de un incesto y sufría desajustes hormonales. Desajustes hormonales provocados porque sus padres eran hermanos.
Le describen con la mirada distraída, los dientes salidos, pechos y cadera de mujer y un pie zambo. Fallos genéticos, descubiertos por los investigadores tras un análisis de su ADN y de sus familiares y de una autopsia digital realizada por más de 2.000 ordenadores.
La conclusión, que revelará un reportaje de la BBC, es que esa mala genética es la que provocó su muerte prematura y no que fueses asesinado.