María Cumplido, doctora en Matemáticas

La matemática que ha resuelto un problema de hace 20 años: "Hasta ahora no he tenido ninguna oportunidad de investigar en España"

María Cumplido es una de las jóvenes matemáticas más brillantes de nuestro país. Recientemente galardonada en los Premios Vicent Caselles, nunca ha podido trabajar en España, donde "la carrera investigadora es muy precaria".

A sus 28 años, María Cumplido ha logrado resolver un problema matemático que llevaba dos décadas sin ser descifrado. Una hazaña que le ha valido el aplauso de la comunidad matemática y ser una de las galardonadas en la última edición de los Premios Vicent Caselles, que otorgan la Real Sociedad Matemática Española y la Fundación BBVA para reconocer la excelencia investigadora.

Doctora en Matemáticas por las Universidades de Sevilla y Rennes, esta científica cordobesa ha sido premiada por su trabajo sobre unos objetos matemáticos llamados grupos de Artin. Ha conseguido demostrar que, para algunos de ellos, la intersección de subgrupos parabólicos es en sí un subgrupo parabólico. Un trabajo que, como ella misma explica, acerca álgebra y geometría.

Sin embargo, María Cumplido nunca ha podido trabajar como matemática en nuestro país. "Hasta la fecha no he tenido ninguna oportunidad de investigar en España", explica, afirmando que "es el caso de muchos investigadores". "La carrera profesional investigadora en España es muy precaria. Es prácticamente imposible conseguir un trabajo fijo antes de los 30 y muchos", lamenta.

En este sentido, la matemática, que actualmente reside en Escocia, señala que los jóvenes científicos españoles a menudo están abocados a estudiar durante años, hacer un doctorado -"normalmente con becas, ni siquiera contratos"- y después enganchar un contrato efímero tras otro. "Hay mucha gente muy válida que abandona porque quiere una estabilidad, tener una familia", apunta.

La pandemia ha servido para darnos cuenta de que la población necesita tener una cultura general de Ciencia"

María Cumplido, matemática

Cumplido es investigadora en la Universidad Heriot‐Watt de Edimburgo. Allí, continúan "semiconfinados", con el Reino Unido aún inmerso en la desescalada de las restricciones por el coronavirus. Una crisis sanitaria que, a su juicio, "ha servido para darnos cuenta de que la población necesita tener una cultura general de Ciencia". "Una población que sabe y se enorgullece de tener una cultura general de Ciencias es una población que se prepara mejor ante las adversidades", asevera.

Y es que, tras varios meses en los que la ciudadanía ha estado más pendiente que nunca de estadísticas de contagios y curvas de transmisión, María Cumplido sostiene que "es importante que una persona vea una gráfica y sepa interpretarla". "Con una formación básica de estadística en el instituto, la gente sería mucho más consciente de cuándo les están intentando engañar. Y sabría mejor, también, cómo interpretar todos los datos de esta pandemia", apostilla.

"La satisfacción que obtienes al resolver un problema engancha"

Pero, además de la precariedad laboral, el mundo de las Ciencias Puras tampoco está exento de machismo. "El acoso y abuso emocional contra las mujeres están en las Matemáticas como en cualquier otro lugar de la sociedad", afirma María Cumplido, que relata haberse enfrentado a situaciones a lo largo de su carrera "a las que ningún hombre se ha tenido que enfrentar". Ello, en un mundo, el académico, al que en proporción llegan "muy pocas" mujeres.

En este sentido, cree que "ayuda incentivar a las niñas a que se interesen por la Ciencia", pero, en el fondo, "es realmente solo un parche". "Educamos a las niñas para pensar que no pueden hacer tareas intelectuales difíciles, o que esas tareas no son cosa de mujeres", denuncia Cumplido, que aboga por "ir a la raíz del problema": "Si queremos que haya mujeres científicas, tenemos que dejar de culpar a las que no eligen estudiar una carrera científica, ser conscientes de que es un problema social y luchar por eliminar los roles de género", zanja.

En su caso, comenzó a interesarse por los números gracias a las Olimpiadas Matemáticas y otras actividades para adolescentes. Una pasión que la ha llevado, años después, a solucionar un problema que llevaba 20 sin respuesta. "Resolver un problema al que no te has enfrentado antes requiere mucha creatividad y, cuando lo consigues, la satisfacción que obtienes al resolverlo es algo que engancha", confiesa.

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