UN COMBUSTIBLE MÁS DURADERO QUE LA MADERA

Los homo sapiens de hace 40.000 años utilizaban huesos de animales como combustible para el fuego

Un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco han descubierto que los primeros humanos de la Península, cuando el clima era glaciar y no había apenas madera, utilizaban huesos como combustible.

Las condiciones glaciares de hace 40.000 años, cuando los primeros humanos modernos llegaron a la península ibérica, pusieron en serias dificultades a nuestros antepasados, quienes tuvieron que recurrir a los huesos de animales como combustible, en un medio de tundra donde escaseaba la madera.

Expertos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han llegado a esta conclusión, tras analizar los sedimentos de los yacimientos de Labeko Koba (Gipuzkoa), Esquilleu (Cantabria) y Coimbre (Asturias), en varios estudios en los que también han participado arqueólogos de la Universidad Complutense, la UNED, la Universidad Autónoma de Madrid y el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

El clima que se encontraron en la cornisa cantábrica estos primeros homo sapiens era "extremadamente frío", con presencia de rinocerontes lanudos, mamuts y muy poca vegetación. "Un paisaje propio del actual norte de Escandinavia" donde había muy poca madera y probablemente situada a largas distancias, explica el profesor titular de la UPV/EHU Álvaro Arrizabalaga.

En este contexto, la crudeza de los inviernos obligó a los humanos prehistóricos a aguzar el ingenio y a utilizar todos los recursos que tenían a mano, como los huesos de animales que emplearon como combustible tras extraerles el tuétano, un alimento "muy nutritivo" al que, como recuerda Arrizabalaga, nuestros antepasados no estaban dispuestos a renunciar.

En ese momento, los responsables de la excavación comenzaron a plantearse la hipótesis, "puramente teórica", de que huesos podrían haber sido usados, entre 41.000 y 36.000 años atrás, para alimentar las llamas. Poco después, ante el escepticismo de un colega y con una apuesta de por medio, decidieron comprobar su tesis de manera práctica mediante un experimento con restos de vaca.

Un kilo de hueso triturado puede proporcionar hasta seis o siete horas de fuego, cuando con uno de pino se obtienen sólo treinta minutos, y con uno de encina algo más de una hora, precisa el experto.

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