INVESTIGADORES DE EEUU, REINO UNIDO Y ALEMANIA

Identifican un biomarcador de imágenes capaz de prevenir futuros infartos

Investigadores de EEUU, Reino Unido y de Alemania han localizado e identificado un biomarcador por imágenes que consigue predecir la mortalidad por cualquier causa cardíaca midiendo la inflamación del tejido que rodea las arterias. Esta nueva tecnología permite detectar el riesgo de sufrir ataques cardíacos.

Investigadores de la Cleveland Clinic (EEUU), la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la Universidad de Erlangen (Alemania) han identificado un nuevo biomarcador de imágenes que es capaz de predecir la mortalidad por todas las causas cardíacas, al medir la inflamación del tejido graso que rodea las arterias coronarias.

La inflamación de la arteria coronaria inhibe la formación de tejido graso que rodea los vasos sanguíneos, conocida como grasa perivascular. Los investigadores desarrollaron el índice de atenuación de la grasa perivascular (FAI, por sus siglas en inglés) como un biomarcador de imágenes para cuantificar los cambios inducidos por la inflamación en la grasa perivascular.

La FAI captura la inflamación coronaria mapeando los cambios en la grasa perivascular en la angiografía por tomografía computarizada coronaria (CTA), lo que permite la detección temprana de la inflamación.

"Esta es una nueva y emocionante tecnología que tiene el potencial de proporcionar una respuesta simple y no invasiva para detectar el riesgo de futuros ataques cardíacos fatales. Más importante aún, destaca el increíble valor de la colaboración entre países para validar los hallazgos en diferentes poblaciones", señala el coautor del estudio, Milind Desai, cardiólogo de la Cleveland Clinic.

La predicción de riesgo cardiovascular mediante tomografía computarizada (CRISP-CT) recolectó datos de las dos cohortes de pacientes consecutivos sometidos a angiografía coronaria por TC: 1.872 pacientes en Alemania de 2005 a 2009 (cohorte de derivación) y 2.040 pacientes en Cleveland Clinic de 2008 a 2016 (cohorte de validación). La media de edad de los pacientes en las cohortes fue de 62 y 53 años.

"Esta nueva tecnología puede ser transformadora para la prevención primaria y secundaria. Por primera vez tenemos un conjunto de biomarcadores, derivados de una prueba rutinaria que ya se utiliza en la práctica clínica diaria, que mide lo que llamamos el 'riesgo cardiovascular residual', que actualmente se pasa por alto en todas las puntuaciones de riesgo y las pruebas no invasivas", explica otro de los investigadores, Charalambos Antoniades.

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