UN PRODUCTO INNOVADOR
La bombilla creada por un ingeniero español que intenta plantar cara a la obsolescencia programada
Una bombilla interminable, ¿suena bien no? Pues lejos de multiplicarse los encargos este ingeniero español no encuentra comprador: a ninguna empresa le interesa vender una bombilla que no tengamos que reponer.
Benito Muros es un español que afirma ser el creador de la bombilla eterna: "Puede durar una media de 100.000 horas,pero la podemos reparar las veces como se quiera". La idea surgió hace más de 20 años: "Coincidió con un viaje a EEUU donde me encontré con la famosa bombilla del parque de bomberos de Livermore".
La bombilla de Livermore lleva luciendo ininterrumpidamente desde 1901 en California. Y ahora él asegura haber conseguido hacer una inagotable. El problema, según ha explicado, es que las empresas no se la quieren comprar, y da esta explicación: "Prefieren las que duran poco para que la gente vuelva a comprar una y otra vez".
Él lucha contra la obsolescencia programada: "Nos gastamos más de 50.000 euros comprando aparatos diseñados para fallar". Esto le ha llevado incluso a recibir amenazas: "Que si no dejaba este tema, mi familia y yo tendríamos serios problemas".
Muros afirma buscar un modelo más sostenible: "En el mundo se tiran y se venden al año 7.000 millones de bombillas, que son como 1.000 estadios de fútbol repletos de bombillas que generan residuos". Pese a las dificultades, ha asegurado que su proyecto avanza: "En El Hierro se ha decretado que solo se podrán poner nuestras bombillas".
Además, ha puesto en marcha una plataforma de venta de productos de larga duración. El proyecto de Muros no ha estado exento de polémica desde su publicación, en 2012. De hecho, expertos y periodistas han criticado las afirmaciones que hace Muros sobre su producto, argumentando que no son ciertas las características que expone.
Hasta amenazas de muerte
El precio de divulgar ciencia: amenazas, insultos y acoso, un problema que afecta especialmente a las mujeres
Un arma de doble filo Aunque muchos científicos logran acercar el conocimiento al público, cerca del 50% enfrentan insultos, amenazas e intimidaciones. Esta problemática afecta aún más a las mujeres, quienes constituyen el 57% de las principales víctimas de acoso en este ámbito.