Consejo del FBI
Ojo con cargar el móvil en lugares públicos: la advertencia del FBI sobre las estaciones de carga gratis
El FBI advierte sobre las estaciones gratuitas para cargar el móvil en aeropuertos, hoteles o centros comerciales por el peligro de que los ciberdelincuentes introduzcan en el dispositivo malware o programas de vigilancia a través de los USB públicos.
No utilizar las estaciones de carga para dispositivos móviles que se encuentran en lugares públicos como aeropuertos, hoteles o centros comerciales. Es la recomendación que ha lanzado el FBI a los ciudadanos estadounidenses y de la que se hacen eco este lunes medios del país norteamericano.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Denver (Colorado) ha alertado a través de Twitter de la técnica empleada por los piratas informáticos para introducir programas maliciosos -'malware'- y de vigilancia a los dispositivos electrónicos a través de puertos USB públicos.
"Evite utilizar estaciones de carga gratuitas en aeropuertos, hoteles o centros comerciales. Los ciberdelincuentes han descubierto cómo utilizar los puertos USB públicos para introducir 'malware' y 'software' de vigilancia en los dispositivos. Lleve su propio cargador y cable USB y utilice una toma de corriente en su lugar", señala el mensaje.
El FBI no es el único que alerta de ese peligro, sino que también lo hace la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en su web, apuntando que los piratas informáticos pueden cargar 'malware' en los puertos USB para acceder "maliciosamente" a los dispositivos, una práctica que la agencia denomina 'juice jacking'.
De esta manera, los ciberdelincuentes pueden adquirir datos personales y contraseñas, para usarlos ellos o para venderlos a terceros. En este sentido, la FCC recomienda llevar el propio cable USB encima, a través del cual no existe ese peligro.
Hace 12 años
Así contó laSexta el salto desde la estratosfera de Felix Baumgartner, el primero en romper la barrera del sonido en caída libre
Felix Baumgartner se convirtió en el primer hombre en romper la barrera del sonido en caída libre, sin ayuda de maquinaria externa, alcanzando una velocidad máxima de 1.342 kilómetros hora desde una altura de 39.068 metros.