Descubrimiento publicado en ‘Nature Astronomy’
El Polo Sur de Marte esconde una red de lagos de agua líquida y salada bajo su superficie
El equipo responsable del hallazgo completa así una investigación iniciada en 2018, en la que se demostró por primera vez la existencia de agua líquida en el planeta rojo. Ahora, a raíz de este nuevo estudio, se ha podido afirmar que no fue un hecho aislado, y tampoco se descarta que pueda suponer un espacio para la vida.
Marte es un auténtico páramo. Un desierto de superficie árida, completamente dominado por las rocas y el polvo. Un entorno quieto —en principio, sin vida— que, en algunos pocos momentos, ha jugado con el interés de los astrónomos. Excepto por el agua. Se ha discutido mucho sobre cuál ha sido la relación de esta fuente de vida con el planeta rojo. Se ha hablado de la existencia de hielo, de ríos e incluso de tormentas (eso sí, salvo el primero, hace millones de años). Todo un debate que incumbe a la superficie del lugar. Pero, ¿qué pasa con lo que hay debajo?
Un grupo de científicos italianos ha hecho una nueva aportación al entuerto que supone el hallazgo de agua en Marte. Si bien en 2018 se había encontrado un colosal depósito subterráneo de agua líquida en el polo sur del planeta, ahora se puede confirmar que este hecho no es un suceso aislado. Los hallazgos del equipo encabezado por Sebastian Emmanuel Lauro, que se han publicado en la revista ‘Nature Astronomy’, se pueden resumir en una frase: bajo el suelo de Marte existe toda una red de lagos de agua salada. Lagos de agua subglacial. Lagos, en definitiva, de agua líquida.
Un proceso "simple"
Los conductores del estudio afirman que este es un salto importante con respecto a lo que se supo hace dos años. En este caso, el mismo grupo de científicos italianos demostró la existencia, por primera vez, de agua líquida en Marte. Se encontraba en la capa de hielo del Polo Sur del planeta, y su perfil era muy similar al de los grandes lagos de agua encontrados bajo la Antártida y Groenlandia en la Tierra.
No obstante, este hecho se vio como algo raro, incluso excepcional, cuyo origen debía tener alguna explicación. Roberto Orosei, principal investigador del MARSIS —el radar responsable del descubrimiento—, lo define así en un comunicado de la Universidad de Queensland: "La existencia de un solo lago subglacial podría atribuirse a condiciones ad-hoc como la presencia de un volcán debajo de la capa de hielo, o alguna otra situación única del lugar específico donde encontramos el primer lago subglacial".
Pero con el descubrimiento de no uno, sino varios lagos, el astrónomo ha incidido en una conclusión muy diferente. Esta vez, podemos afirmar que lo de 2018 no era singular, sino más bien todo lo contrario: "El descubrimiento de un sistema completo de lagos, en cambio, sugiere que su proceso de formación es relativamente simple y posiblemente común", concluye la experta.
"Una técnica 100% rigurosa"
Los investigadores han utilizado la misma técnica que usan para encontrar lagos subglaciales en la Antártida. Es decir, hacer rebotar ondas de radio en una superficie y medir los ecos. Así, los cambios de señal les permiten dibujar la topografía: "Cuando las señales provenientes del subsuelo son más fuertes que las reflejadas por la superficie, podemos confirmar que estamos en presencia de agua líquida. Es una técnica 100% rigurosa", afirma Graziella Caparelli, otra miembro del equipo, en unas declaraciones recogidas por Science Alert.
Realmente, como muestran los datos del estudio, los ‘nuevos’ lagos están ubicados muy cerca del original. Se dividen por regiones de piedra seca y están escondidos bajo el Polo Sur, como muestra la siguiente imagen de Nature Astronomy, en la que los puntos azules reflejan las zonas de agua líquida.
La investigación también apunta que este agua debe de ser, por necesidad, muy salada. Como explica el medio citado anteriormente, el agua impregnada de sales de calcio y magnesio puede permanecer líquida a temperaturas tan bajas como los 150º Kelvin (-123º centígrados). Además, aguantan durante mucho tiempo, sobre todo en un espacio como Marte, conocido por su alto contenido en sodio, magnesio y calcio.
Una vez más, estos nuevos avances se enfocan a uno de los temas más interesantes de la astronomía: la vida extraterrestre. Según apunta la Universidad de Queensland en su texto, los lagos marcianos "aún podrían retener rastros de cualquier forma de vida, que podría haber evolucionado cuando Marte tenía una atmósfera densa, un clima más suave y la presencia de agua líquida en la superficie".
En las palabras de Roberto Orosei, "estos lagos probablemente han existido durante gran parte de la historia de Marte". Y el científico, en su conclusión, va todavía más allá: "Es un lugar con unas condiciones similares a la de la Tierra primitiva".
Publicado en 'Science'
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