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La piel grasa y sensible, la que más sufre

¿Los químicos de los protectores solares pueden ser malos para la piel?

Ya está aquí la primavera y no hay que olvidar utilizar una fotoprotección alta en nuestra rutina diaria. Los dermatólogos consideran que los fotoprotectores faciales son el mejor cosmético antiedad, pero a su alrededor surgen dudas: ¿pueden resultar tóxicos o dejar demasiados residuos en la piel?

La Fundación Piel Sana de la AEDV (Academia Española de Dermatología) afirma que 45 minutos de exposición solar a la semana son suficientes para que el organismo sintetice la dosis de vitamina D que el cuerpo necesita. Lo demás, es daño para la belleza y salud de la piel, ya que la sobreexposición solar es causante de la degradación de las fibras de colágeno y la formación de arrugas. Por eso, si deseas disfrutar del buen tiempo, no olvides que la mejor manera de prevenirlas es la fotoprotección, imprescindible también para controlar la aparición de manchas, tanto hormonales como de la edad.

Además, no se trata solo de una cuestión de estética, sino de salud, ya que el daño solar prolongado puede desembocar en un cáncer de piel, un mal cada vez más frecuente.

Pese a todos los pros que tiene usar protectores solares, también hay que tener en cuenta que los químicos que llevan pueden ser perjudiciales para determinados tipos de piel. Las que más lo sufren son las pieles grasas y las sensibles. Te explicamos por qué.

Obstrucción de poros

La mayoría de los fotoprotectores contienen filtros químicos que taponan el poro, como las moléculas de carbono. Esta obstrucción "impide el drenaje natural del sebo por parte del conducto excretor, lo que provoca un atasco indeseable que conduce a los puntos negros, las espinillas, granitos y demás", explica el equipo médico de Marta García Clinic a laSexta.com.

La manera de solucionar este problema es limpiar profundamente la piel después de la utilización de la crema solar retirando los residuos con cuidado para no agredir.

Enrojecimiento de la piel

Las pieles sensibles reaccionan mucho más al sol por la vasodilatación que genera el calor y la radiación UV. Esto activa la irritación, "lo que puede provocar enrojecimientos transitorios o habituales, rosácea, cuperosis, etc.", señalan desde Marta García Clinic.

Otro problema es la fotosensibilidad o las alergias, que provocan picores en la piel. En esos casos es recomendable no tomar el sol y, si se hace, optar por cremas solares con fórmulas minerales o filtros físicos, cuya formulación es mucho más suave y no causan reacciones. Además, han progresado mucho y ya no dejan la piel blanca.

El equipo médico de Marta García Clinic nos recuerda que la fotosensibilidad no tiene que presentarse desde el nacimiento o a lo largo de los años, sino que "puede ser provocada de manera transitoria por algunos medicamentos".

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