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Descubriendo el cosmos

El telescopio espacial Euclid muestra las primeras imágenes del lado oscuro del universo

La Agencia Espacial Europea augura que estos descubrimientos sin precedentes cambiarán nuestra forma de entender el universo en los próximos años.

En breve

Un resultado sin precedentes. Así de entusiasmados se muestran los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) ante las nuevas imágenes captadas por su telescopio espacial Euclid a más de un millón y medio de kilómetros de la Tierra.

La ESA hacía públicas estas cinco nuevas imágenes, que muestran un lado del universo nunca visto y auguran un futuro de descubrimientos gracias a este nuevo telescopio. Los científicos aseguran que el viaje de Euclid permitirá encontrar planetas errantes, utilizar las lentes creadas por galaxias para estudiar materia misteriosa y explorar la evolución del universo.

Científicos de la ESA auguran que los resultados de la misión Euclid alterarán significativamente nuestra comprensión del universo en los próximos años. En palabras de la directora de Ciencia de la ESA, la profesora Carole Mundell: "No es exagerado decir que los resultados que estamos viendo de Euclid no tienen precedentes". Según asegura Josef Aschbacher, Director General de la ESA, "Euclid se encuentra en el comienzo de un apasionante viaje para cartografiar la estructura del universo." Lo que para muchos son poco más que unas bonitas imágenes del universo, para la comunidad científica supone la revelación de nuevas propiedades físicas del universo. Estos secretos científicos se irán desvelando en los próximos días junto con documentos de referencia claves sobre la misión.

Primeros descubrimientos del telescopio Euclid

Valeria Pettorino, científica del proyecto Euclid de la ESA, asegura que esta es una misión única e innovadora, cuyos hallazgos por el momento incluyen una gran variedad de aplicaciones científicas. Estas primeras 24 horas registradas por el telescopio espacial Euclid muestran su capacidad para buscar planetas errantesen regiones de formación estelar, para visualizar detalles sin precedentes del exterior de los cúmulos estelares o para generar mapas de las diferentes poblaciones estelares que permitirán descubrir la evolución de las galaxias a lo largo del tiempo.

De la peculiaridad que reside en las imágenes que recoge este nuevo telescopio frente a otros anteriores se observa, por ejemplo, su descubrimiento en el cúmulo de Abell 2390. La capacidad de Euclid para capturar luces más tenues que penetran en el cúmulo ha permitido observar estrellas huérfanas que flotaban entre las galaxias del cúmulo, cuando lo habitual es observarlas de manera natural dentro de las galaxias. Este hecho plantea la pregunta sobre el origen de las mismas, hasta ahora desconocido.

Por otro lado, su recorrido por la muestra nebulosa Messier 78 (un "vivero estelar") ha permitido ver por primera vez regiones ocultas de formación estelar con un detalle sin precedentes. En ella se observan estrellas y planetas recién formados. Estos datos ayudarán a los científicos a conocer cómo se forman las poblaciones estelares y cómo cambian con el tiempo.

En la imagen que muestra la galaxia en espiral NGC 6744, se observan con claridad las líneas de polvo en forma de pluma que emergen de sus brazos. Este hallazgo permitirá determinar dónde se están formando estrellas en la actualidad, así como poder desentrañar la física de las galaxias espirales, sumamente desconocidas a día de hoy después de décadas de estudio.

Estas nuevas imágenes muestran resultados sin precedentes para la comunidad científica, que ayudarán a desvelar los secretos del universo oscuro.

Conozcamos en detalle a Euclid

La ESA lanzó este nuevo telescopio espacial hace un año con una misión clave en el avance del estudio del cosmos: estudiar los misterios que engloba la energía oscura y su materia. Además, se espera que los datos recogidos por Euclid permitan crear un mapa 3D del Universo disponible para toda la comunidad científica, que podrán utilizar para medir las propiedas de la energía oscura y su materia.

Sus imágenes son cuatro veces más nítidas de las que captan los telescopios terrestres, permitiendo observar el universo a una profundidad sin igual con luz visible e infrarroja. La belleza de las imágenes captadas reside en la capacidad de cubrir grandes extensiones del cielo en detalle y profundidad, capturando una amplia variedad de objetos en la misma imagen, ya sean más o menos brillantes, estén más cerca o más lejos, desde los cúmulos de galaxias más masivos hasta los planetas más pequeños.

Todo ello ayudará a cartografiar los últimos 100.000 millones de años de historia cósmica a través de más de un tercio del cielo, desde el momento en que la mayoría de estrellas se formaron hasta la actualidad. Un vistazo hacia el pasado para poder conocer la historia de nuestro cosmos.

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