PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA
Transplantan con éxito una tráquea artificial a una niña de tres años
Hanna, de casi tres años, nació sin tráquea. No podía comer, ni hablar ni respirar. Un equipo de cirujanos de Chicago ha logrado trasplantar con éxito, por primera vez en la historia, una tráquea bioartificial. La han creado en el laboratorio a partir de nanofibras de Hanna, utilizando un molde sintético.
La han llenado de besos y de canciones y, sin querer, también de lágrimas porque desde que Hannah nació hace 32 meses vivir ha sido en su caso una rareza. Parecía imposible que lo lograra porque no tenía traquea, pero su cuerpo recién nacido encontró una fístula, un pequeño orificio por el que suministrar oxígeno a sus pulmones.
Hannah Warren es hija de padre canadiense y madre surcoreana y se ha convertido en la primera niña en recibir una tráquea artificial. La falta de tráquea en recién nacidos resulta mortal en un 99% de los casos. El niño más pequeño hasta ahora en recibir un orgáno artificial tenía cuatro años y se le trasplantó una vejiga.
Así ha vivido colgada de un tubo, sin salir de su cama, atrapada. Aún así, a sus padres le dijeron que no viviría más allá de los seis años, y que llegar hasta esta edad era ya de por sí un milagro, pero entonces apareció el médico que les llenó de esperanza.
Un doctor que logró trasplantar una traquea artificial a un adulto en 2008 y ahora lo ha conseguido con Hannah. La tráquea está hecha de fibras sintéticas pero también de células madre de la propia niña que ahora por primera vez puede respirar por sí misma y hasta da sus primeros paseitos por el hospital.
El doctor Paolo Macchiarini ha realizado la intervención de nueve horas en colaboración con un hospital de Illinois.
Poco a poco tendrá que desarrollar la musculatura, el habla, la capacidad de ingerir alimentos y tendrá que cambiársela según vaya creciendo. Pero todo ello merece la pena porque crecer, vivir, son palabras que representan música celestial para sus padres.
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