Así se bloqueará el móvil a los asistentes a los conciertos de Bob Dylan en España este verano

Quizá ya no se acuerden, pero deleitarse con el directo de Bob Dylan era un paisaje oscuro, sin pantallas ni reflejos. De hecho, si echamos la vista atrás y miramos al público, la imagen contrasta mucho con la actual: la de cualquier concierto de hoy en el que las pantallas inundan el horizonte y nos tenemos que poner de puntillas para poder ver al artista que, también, ha trabajado mucho para que disfrutemos de su espectáculo.

Por eso, los afortunados que vayan a ver a Dylan en su gira por España este verano no podrán inmortalizar la actuación con el móvil, porque el cantante ha prohibido su uso. En la calle, lanzamos la pregunta, y algunos están de acuerdo y otros no, aunque dicen que es importante "vivir la experiencia" y dejar de lado "la adicción a los teléfonos".

¿Cómo bloquean nuestros teléfonos?

La cuestión es cómo conseguir que disfrutemos de Dylan sin el móvil. La empresa estadounidense Yondr tiene la solución y ya ejecuta esta práctica desde hace años.

Graham Dugoni, CEO de la compañía, nos explica que "si siempre divides tu atención, un poco en el show, otro poco en la gente y mientras mensajeas, nunca estás realmente haciendo nada". "Más del 90% de la gente lo entiende y les gusta la idea de una zona libre de uso de móviles en shows o escuelas y si se lo cuentas desde el lado bueno, lo asimilan muy bien", añade.

Su misión es recoger y empaquetar el teléfono con la ayuda de un súper imán que no permite que el estuche se abra sin su mecanismo. Para poder hacerlo, tendrán zonas habilitadas en los recintos. "Todos llevan el teléfono en su bolsillo pero simplemente no pueden utilizarlo en el espacio del concierto", explica Dugoni. Allí, el personal de la empresa es quien lo desimanta y libera el móvil.

Más artistas se suman a la iniciativa

Cada vez son más los artistas que piden que no se grabe toda la actuación, aunque fue Alicia Keys la pionera en prohibir los móviles hace ya siete años: en 2016 fue la primera vez que los prohibió.

Todo con un mismo objetivo: permitir a nuestras retinas que disfruten de un momento único en el concierto, porque una maravilla como es ver a Bob Dylan en directo, es mejor, dicen, que solo quede guardado en nuestra memoria.