AÑO TRAS AÑO SE VEN LAS MISMAS CARAS EN LA CALLE ESTAFETA
Corredores históricos y algún novato, las caras de unos Sanfermines que enganchan
Año tras año los Sanfermines reúnen en la calle Estafeta a una serie de corredores que se han convertido en historia viva de la fiesta pamplonica. Es el caso de David Úbeda, que siempre corre con una "gorrilla" a la que le tiene mucho cariño. O Joseba, que cumple 30 ediciones corriendo delante de los astados. Pero no todos son experimentados, también hay novatos que una vez que lo prueban, quieren repetir: "Ojala pueda repetir el año que viene", comenta uno de ellos. Confirmado, correr en San Fermín engancha.
Sin boina quizás así no le reconozcan. Con ella, mejor. David es un clásico del final de Estafeta. 21 años de experiencia corriendo, a punto estuvo de perder este año su seña de identidad. "A mi gorrilla le tengo mucho cariño", afirma David Úbeda.
Tanto que casi podría correr sola. Pero tranquilos, que no siempre es la misma, una caída en 2012 le obligó a cambiarla. "Perdí la gorra, perdí los papeles casi pierdo la cabeza", cuenta.
Joseba cumple este año sus 30 sanfermines corriendo. Siempre en la curva de Mercaderes. Este 2015 se ha librado de caídas. "He tenido que saltar a mucha gente, pero contento...", afirma Joseba.
Josetxo no puede decir lo mismo. "Alguna herida tengo, algún rasguño de alguna caída pero bien".
Será por el rodaje de los días, pero entre los corredores habituales hay casi unanimidad. Los encierros con mejores carreras el de ayer y hoy.
Puede parecer cuestión de segundos, pero en total los toros de estos sanfermines han corrido 18 minutos y 56 segundos. Tensión y adrenalina dosificada en 8 días.
"Correr delante del toro es muy chulo, el de dentro normalmente no se puede desenganchar facilmente", cuenta Jokin Zuasti.
Algo que corroboran los debutantes este año: "Este año ha sido el primero y para repetir, ojalá el año que viene".
Confirmado: ya sea para bien o para mal, correr en San Fermin engancha.